Demi Moore, casi un juguete roto por el sexo y las drogas

Una espiral de autodestrucción a punto estuvo de devorar a la eterna estrella de «Ghost»

Drmi Moore EP

María Estévez

Demi Moore (55 años) se define a sí misma como uno de esos juguetes rotos moldeados en la factoría Hollywood, según revela en su libro «Inside Out», que acaba de publicarse esta semana en Estados Unidos. Moore, que en la década de los 80 y 90 fue la gran estrella del cine por antonomasia, relata detalles escabrosos de una vida marcada por el abuso del alcohol y las drogas, y el trauma de una violación a los 15 años .

La veterana actriz conserva la melena oscura y esa mirada atrevida que la hicieron famosa. Madre de tres hijas, a quienes considera su gran triunfo, descubre en las páginas de «Inside Out» los pormenores de sus tres matrimonios con Freddy Moore , Bruce Willis (padre de sus tres hijas) y Ashton Kutcher . Como explicó en una entrevista con «People», «este libro es terapéutico porque he querido preguntarme cómo he llegado hasta aquí, despertando de una crisis existencial». Admite en el prólogo de su autobiografía que decidió contarlo todo tras su hospitalización en 2012 por consumo de una marihuana sintética que casi acaba con ella.

En 1987, Moore se casó con su segundo esposo, Bruce Willis. Tienen tres hijas

Por sus palabras entendemos que su madre, Virginia King , llegó a la maternidad siendo adolescente y que el padre que ella conoció, Danny Guynes , no fue en realidad su progenitor biológico, pues descubriría años más tarde que era Charlie Harmon . Moore y su hermano Morgan fueron secuestrados por Guynes, quien aseguraba considerarse su padre. Durante el tiempo en que su madre y ella vivían solas, un amigo de su progenitora la violó. «Durante muchos años no lo acepté como violación, sino como algo que estaba obligada a hacer, porque era lo que él esperaba de mí. ¿Cómo te sientes al ser vendida por tu madre por 500 dólares ?, me dijo él». La actriz explica que nunca creyó que su madre lo supiera, aunque admite que le dio la llave de su casa.

En el año 2005, Moore le dio el «sí, quiero» a Ashton Kutcher

Aquella experiencia la arrastró al alcohol. «Cuando empezaba, no podía parar. No tengo esa voz interior en mi cabeza que me advierte de las consecuencias. Conmigo no hay freno». También revela que mientras estuvo rodando en Brasil «Lío en Río», empezó a consumir cocaína. «Tanta, que llegué a quemarme los agujeros de la nariz». Fue el director Joel Schumacher , con quien rodó «St Elmo’s Fire», quien le pidió que fuera a una clínica de rehabilitación.

Joven otra vez

La sensaciones que experimentó al meter en su vida a Ashton Kutcher se volverían posteriormente tóxicas. Le conoció en la primavera de 2003, en un evento en un hotel de Nueva York. «Estuvimos hablando toda la noche y en ningún momento sentí la diferencia de edad -15 años- entre nosotros. Me hizo sentir joven otra vez, como si pudiera recuperar el tiempo perdido».

Moore con Lenny Kravitz en Miami

Sin embargo, la luna de miel de la pareja duró hasta que recayó de nuevo en el alcohol. Su matrimonio entró en decadencia y Kutcher cada vez estaba menos presente en su vida . «Me encontré moldeándome para convertirme en la mujer que él quería. Llegué a participar en tríos en un intento desesperado de salvar nuestra unión» admite la actriz quien perdió un bebe de Kutchner, estando embarazada de seis meses. «Pensé que lo había perdido por beber y fumar, algo que hacia en esa época, y me culpé a mí misma del aborto. Me refugié en el alcohol para olvidar el dolor. Me sentía perdida, vacía, desesperada y confundida. No veía lo que tenia frente a mí, ni mi familia ni nada. Puse demasiado peso sobre Asthon y él se agobió».

Moore describe un viaje a Puerta Vallarta, en México, donde casi se ahoga en la bañera después de ingerir alcohol y pastillas de Vicodin. «Sentía que estaba luchando en una guerra y mi marido no tenía nada de compasión hacia mí».

En 1990 se estrenó la película de Jerry Zucker «Ghost», protagonizada por Demi Moore

Los dos affaires de Ashton, el segundo cuando apenas habían cumplido su sexto año de matrimonio, fue la gota que colmó el vaso. «Como madre y esposa tengo ciertos valores que son sagrados, por eso decidí divorciarme». Pero la separación fue una agonía para la actriz: «Mi divorcio fue devastador , porque terminó con mi vida, y me sentí como un bebé abandonado».

De gira por Nueva York y Los Ángeles, Demi Moore se ha rehecho. Vuelve a estar sobria y confiesa encontrarse en un lugar seguro. Ashton Kutcher ha respondido a Demi con su fina ironía tuitera.

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