Heidi Klum se va de fiesta con cinco clones de sí misma

Halloween está en vías de conocerse como «la noche de Heidi Klum». La modelo y presentadora alemana es la reina de la mascarada. Si en 2015 emuló a Jessica Rabit y en 2013 dio la campanada con su caracterización de una venerable anciana de Park Avenue, en esta ocasión no ha recurrido a prótesis ni maquillaje para la 17 Fiesta de Halloween de la Ciudad de Nueva York. ¿El golpe de efecto?, llegar acompañada por cinco clones de sí misma. Parecía que Marc Jacobs, dos días antes, había puesto el listón muy alto con su recauchutado disfraz de «campeona del culturismo». Pero Heidi le ha bajado los humos.

Su entrada a la fiesta fue espectacular.

Una caja con la frase «hecho en Alemania» fue depositada por varios hombres en la alfombra roja. De pronto, de ella salieron seis mujeres vestidas de manera idéntica, con botas estilo mosquetero de la firma Balmain (1.800 euros) y bodysuits en tono nude. No defraudó a sus 3,2 millones de seguidores en Instagram, que durante semanas trataban de adivinar su disfraz.

«¿Estás viendo doble, triple, cuádruple, quíntuple, séxtuple?», advertía Klum en las redes sociales horas antes del evento, mientras se preparaba junto a su maquilladora de cabecera, Linda Hay. Inspirándose en el original, cada modelo, elegida por la propia Klum, se caracterizó como la top alemana: las mismas mechas, prótesis en las mejillas, lentillas para el verde de los ojos y unos cuerpos igualmente esculturales. Como es habitual, Heidi contó con la colaboración de Mike Marino para la logística y con el artista Mike Fontaine.

Cierto es que esta idea no es original, ya que hace unos años Beyoncé contrató a 300 clones suyos para aparecer a su lado. Y aunque se podía adivinar a primera vista cuál de las seis era la Heidi original, el impacto de la imagen ha sido de dimensiones planetarias: ¿quién puede desvelar la identidad de las otras cinco chicas? Desde hace tres lustros, cada año se lanza el mismo reto en las redes sociales: «Vístete como Heidi en Halloween». Una vez más, la alemana se ha superado a sí misma.