Olivia Newton-John
Olivia Newton-John - REUTERS

El cáncer de mama vuelve a golpear a Olivia Newton-John

La actriz australiana sufre metástasisy se ha visto obligada a cancelar una gira de conciertos

Los Ángeles Actualizado: Guardar
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Para Olivia Newton-John (68 años), la inolvidable Sandy de «Grease», el filme que en 1978 protagonizó junto a John Travolta y que la lanzó al estrellato mundial, los últimos meses están resultando un auténtico calvario. Tras enfrentarse a serios problemas familiares y cuando parecía dispuesta a retomar una serie de conciertos en Estados Unidos y Canadá, la cantante y actriz australiana se ha visto obligada a cancelar la gira al ser diagnosticada con un cáncer de mama.

Ayer, en su página de Facebook aparecía el siguiente comunicado: «Olivia Newton-John posterga sus conciertos de junio en Estados Unidos y Canadá. El dolor de espalda, que inicialmente motivó el aplazamiento de la primera parte de su tour, ha resultado ser cáncer de mama

. Olivia se someterá a un tratamiento de radioterapia y confía en que volverá a finales de año, mejor que nunca, para continuar con su gira». Cabe recordar que la artista ya sufrió esta enfermedad en 1992, cuando tenía 43 años. En aquella ocasión se sometió a una mastectomía parcial, una reconstrucción mamaria y a varios ciclos de quimioterapia.

En el comunicado que compartió en su perfil de Facebook confirmó, además, que tras cancelar los primeros conciertos por un fuerte dolor de espalda, los resultados no solo revelaron la reaparición del cáncer, sino que además tiene una metástasis en el hueso sacro.

Carismática y con un aguerrido carácter, Olivia Newton-John además es una celebridad con espíritu filantrópico. Desde hace décadas dedica gran parte de su tiempo a colaborar con causas a favor de los necesitados. Este revés en su salud se suma a una sucesión de tragedias que le han golpeado en los últimos tiempos.

Han pasado exactamente 25 años desde aquel primer diagnóstico de cáncer y, alo largo de estas más de dos décadas, Newton-John ha perdido a varios miembros de su familia por el mismo mal. Según la revista «People», su padre, Brinley Newton-John, murió de cáncer en 1992, poco tiempo antes que ella fuera diagnosticada por vez primera. En el año 2013, su hermana Rona falleció a consecuencia de un tumor cerebral.

Pero quizás su lucha más amarga ha sido para salvar la vida de su única hija, Chloe, fruto de su matrimonio con el cantante Matt Lattanzi. Anoréxica, adicta a las pastillas y obsesionada por la cirugía estética, Chloe confesó en una entrevista a «The Mail on Sunday», en el 2013, que «la fama te destruye. No culpo a mi madre por mis problemas, pero no me gustaría educar a mis hijos en una familia que aplaude el culto a celebridad». Por aquel entonces, la joven llegó a pesar 37 kilos debido a su adicción a la cocaína. Hoy se ha recuperado y se mantiene al lado de su madre en estos momentos.

Felizmente casada con el empresario John Easterling, con quien contrajo matrimonio en el 2008, Olivia vivió un extraño romance durante una década con el cámara Patrick McDermott, hasta que en junio del 2005 éste desapareció sin dejar rastro en un barco en la costa de California.

Declarado muerto en el 2008, McDermott nunca apareció, sin embargo, sus múltiples deudas, invitan a sugerencias sobre si simuló su propia muerte para escapar con una novia europea a México, donde estaría viviendo ahora. Olivia dejó de buscarle y le olvidó en brazos de John Easterling.

A su salud, su hija y sus relaciones, Olivia añade su mala fortuna en los negocios. Abrió con su mejor amiga, Pat Carroll, una compañía de ropa deportiva llamada Koala Blue en Los Ángeles en 1983. La marca se volvió muy popular hasta que llegaron los problemas y la bancarrota a finales de 1991. La estrella de «Grease» acusa del colapso de su compañía que, como tantas otras empresas en los 80, crecieron demasiado rápido.

Hoy, junto a su hija y su marido, Olivia trata de recuperar su salud para regresar cuanto antes a los escenarios.

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