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Blade Runner en el Reina Sofía

Harrison Ford y Ryan Gosling fueron visitantes de lujo del museo el pasado martes, día en que este cierra al público general, y agradecieron el «privilegio»

Los protagonistas de «Blade Runner 2049» durante su visita privada Jesús Calero
Jesús García Calero

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¿Sueñan las estrellas con museos cerrados? Parece que las de cine sí. El martes, Harrison Ford y Ryan Gosling , protagonistas de la nueva «Blade Runner 2049» fueron estrellas fugaces en Madrid. En un conocido hotel recibían a la prensa, en una línea continua de preguntas y respuestas en forma de entrevistas insistentes que seguramente habrían desenmascarado a cualquier replicante sometido al test de Voight-Kampff. Superada la prueba, que iba a concluir a las 15:30 pero se alargó casi una hora, los actores tenían programada una visita al Museo Reina Sofía . Y el martes, el museo estaba cerrado al público.

Habían avisado al personal del museo la víspera, al filo de la media noche. Ryan Gosling había expresado a su equipo nada más llegar su deseo de ver el «Guernica» picassiano, que no conocía, y Harrison Ford (que sí lo había visto ya, según parece) se mostró encantado de acompañarle, porque para un Indiana Jones pisar un museo es lo segundo más natural , después de las ruinas, el sombrero y el látigo. Llegaron a las puertas del centro a las 16:20, en una comitiva amplia de limusinas y asistentes -18 personas entre publicistas, productores y personal de seguridad-, y descubrieron con sorpresa la realidad de un museo casi vacío.

El centro suele presentar las nuevas exposiciones los martes, aprovechando el cierre al público, y también realiza visitas institucionales y tareas de mantenimiento. Otras estrellas visitaron el Reina Sofía entre las habituales aglomeraciones, causando cierto revuelo entre quienes contemplan arte en las salas, como Johnny Depp , Ricky Martin o Pierce Brosnan .

Llegaron directamente a la sala del gran cuadro que Pablo Picasso pintó para el pabellón de la República en 1937. Contemplar el «Guernica» en una sala vacía les superó hasta la veneración. Gosling y Ford expresaron: «Es un privilegio por el que siempre estaremos agradecidos ». Se lo decían a Rosario Peiró , la jefa de colecciones que les explicaba la historia del cuadro, frente a los dibujos preparatorios. Pasado el momento mágico, Gosling grabó un selfie-vídeo (¿suponemos que te gustó, Eva Mendes?) en el que terminaba lanzando un beso con la mano a la cámara. Querían más. Alguien dijo: Lee Lozano , a lo que Ford respondió con un gesto de: «¡Yeah!» . Porque conoce su obra. Y fueron a esa muestra en rigor contemporánea de una artista cañera y de New Jersey. Las estrellas se hicieron fotos con los empleados en los pasillos.

Casi rimando con la escultura de Alberto, que dice que «el pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella». Vieron Lee Lozano con explicaciones de la jefa de Exposiciones, Teresa Velázquez , y poco después se fueron a los coches y salieron rumbo a París, a seguir con la promoción del film». De Madrid al cielo. Pensando en el Museo, Deckard y su sucesor en el nuevo filme dirán a quien les oíga: «He visto cosas que vosotros no creeríais…».

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