Carmen Thyssen en su casa de Barcelona
Carmen Thyssen en su casa de Barcelona - efe

La baronesa Thyssen firma la venta de «Villa Favorita»

Tras años de negociaciones con la familia italiana Invernizzi, la viuda del barón «Heini» Thyssen cierra una operación inmobiliaria estimada en más de 60 millones de euros

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Se cierra otro capítulo en la rocambolesca historia de la dinastía Thyssen-Bornemisza. «Villa Favorita», palaciego hogar de esta familia alemana durante 83 años, ha sido vendida por más de 60 millones de euros. Tras meses de rumores publicados en la prensa suiza e italiana, la baronesa Carmen Thyssen ha confirmado este lunes que firmó la operación el pasado viernes tras largas negociaciones.

Los nuevos dueños de esta espectacular propiedad de más de 35.000 metros cuadrados, obra de Carlo Corrado Beroldingen, son los herederos de Giovanni Invernizzi, un famoso empresario italiano dedicado al negocio del queso y promotor del Gorgonzola Invernizzi D.O.P. El padre de «Heini» Thyssen compró este palacete a orillas del lago Lugano al Príncipe Federico Leopoldo de Prusia en 1932 para huir del auge del nazismo en Alemania y proteger su valiosa colección de obras de arte.

Heinrich Thyssen-Bornemisza construyó junto a la casa principal un edificio anexo para albergar su colección pictórica, pero fue su hijo, «Heini», quien engrosó la pinacoteca hasta convertirla en una de las colecciones privadas más importantes del mundo. «Villa Favorita» acogió grandes exposiciones y recibió a personalidades de la talla del Príncipe Carlos de Inglaterra, la Princesa Margarita, los Forbes, los Getty, los Duques de Badajoz, entre otros. En 1993, el barón firmó un acuerdo con el Gobierno español para trasladar sus obras a España y así comenzó el ocaso del palacio.

Años de negociación

En 2012 Carmen Thyssen puso en venta «Villa Favorita» para solucionar sus problemas de liquidez. Además de la magnífica residencia de 35.000 metros cuadrados, la coleccionista decidió subastar «La Esclusa» de John Constable, con la que ganó unos 28 millones de euros. Ese efectivo terminó con sus problemas de «cash» y frenó la venta de la residencia suiza.

Los rumores de un pelotazo inmobiliario volvieron a coger bríos a finales de 2014. En ese momento, los abogados de la baronesa aseguraron: «Llegan muchas ofertas que nunca se materializan». Encontrar un comprador es difícil, ya que la vivienda se tasó en 88 millones de euros. Ahora se habla de que los Invernizzi han ofrecido más de 6o millones por la residencia de los barones.

La venta de «Villa Favorita» no ha pillado por sorpresa a los hijos de «Heini». «Guardo recuerdos muy bonitos de mis años en Lugano. Pero lo más importante es aprovechar el presente», dijo Lorne Thyssen, hijo de «Heini» y Fiona Thyssen, en julio de 2014. Tampoco ha extrañado a los amigos del difunto noble. «La casa perdió su razón de ser cuando la colección de arte se fue a Madrid», explica a ABC David Litchfield, biógrafo personal de «Heini» durante 25 años. «Es imposible vivir allí. Es un lugar poco habitable y costoso de mantener», añade el periodista británico.

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