Ferán Adriá en Pekín con una joven que sostiene su nuevo libro
Ferán Adriá en Pekín con una joven que sostiene su nuevo libro - ABC

La cocina molecular de Ferran Adrià, también con palillos

El chef español presenta en China su libro de recetas de El Bulli, traducido al mandarín

CORRESPONSAL EN PEKÍN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Molecular, de vanguardia, tecno-emocional o como quiera denominársele, la cocina de Ferran Adrià sigue traspasando fronteras y ya ha sido traducida incluso al chino. Con sus vistosos caracteres en mandarín como guarnición ideal para acompañar las bellas fotos que ilustran sus platos, auténticas obras de arte para el paladar y la vista, el propio chef catalán ha presentado estos días en Pekín, Shanghái y Shenzhen un libro con miles de recetas ideadas en su restaurante El Bulli entre 2005 y 2011.

Recopiladas en siete gruesos volúmenes, uno por cada año más un diccionario de análisis gastronómico, dicha obra se erige como una especie de Enciclopedia Británica de la cocina contemporánea que, hasta ahora, solo había sido publicada en inglés, pero no en castellano

. Editado por Phaidon en colaboración con Artron, este catálogo de El Bulli sale a la venta por 4.580 yuanes (636 euros), un precio altísimo para los sueldos que hay en China -tampoco es moco de pavo en España-.

A tenor de la expectación generada por la presentación del libro en el Hotel Waldorf Astoria de Pekín, a Ferran Adrià no le faltarán compradores. Y eso que, con bastante descaro, algunos de los asistentes fotografiaban las páginas de sus libros para copiar las recetas. Recibido como una superestrella con la que todo el mundo quería hacerse un «selfie», el genial cocinero volvió a hacer gala de su campechanía y profundidad intelectual con una disertación sobre la gastronomía que empezó en el Neolítico y puso en duda hasta el carácter natural de las verduras, si el agua era una bebida y otros fundamentos esenciales del yantar. «¿Te tiene que gustar una comida? Porque si, aun pasándolo fatal, vemos películas de miedo…», llegó a comparar para dejar claro que su nuevo objetivo en el mundo de la cocina es planteárselo todo y seguir explorando nuevas creaciones.

Tras criticar que «el problema de la sociedad actual es la ansiedad, las prisas y la sobreinformación», pidió tiempo para que se vean los resultados que tendrá El Bulli Foundation, su nueva aventura tras el cierre de su emblemático restaurante. Una iniciativa totalmente privada que, según reconoció, le exige «currárselo y venir de nuevo a China porque hay que estar en todos sitios».

Adrià, que se declaró «impresionado» por la rica cocina de este país desde que la conoció en2000, curiosamente en restaurantes chinos de Australia, abogó por un diálogo gastronómico entre Oriente y Occidente. «Aunque todavía no hemos tenido ningún cocinero chino, en El Bulli Foundation estamos ansiosos por conocer esta gastronomía porque China es una civilización con 5.000 años de historia y resulta indispensable para conocer la evolución del mundo», alabó a sus anfitriones. Además de denunciar la falta de becas y estudios apropiados para cocineros, que intenta paliar con su fundación, recordó que «la restauración, el turismo, los hoteles y los mercados suman el 27 por ciento de la economía de los países avanzados y se basan en la gastronomía, sin la cual no habría nada de esa riqueza».

Ver los comentarios