Los otros restaurantes del presidente

No solo en La Tasca Suprema come Mariano Rajoy. Aunque este fue el restaurante elegido por el presidente para llevar hace unos días al exlíder galoNicolas Sarkozy, Rajoy tiene toda una lista de locales predilectos, aunque menos frecuentados desde que está en La Moncloa. Eso sí, viendo los locales no hay lugar a dudas del gusto gastronómico del líder del Ejecutivo: comida tradicional y casera.

Entre estos establecimientos se encuentra Casa Manolo (calle Jovellanos, 7), taberna de principios del siglo pasado que ahora es mítica entre los parlamentarios del PP, ya que se encuentra justo a la espalda del Congreso. Sus croquetas suelen formar parte de todos los tops de recomendaciones elaborados con motivo de este tradicional manjar y son la mejor presentación para este bar amueblado solo con mesas y sillas de madera y una amplia barra de mármol.

También han sido asiduos los expresidentes José María Aznar o Felipe González, aunque solo en su etapa de diputados. El único presidente que volvió estando ya en dicho cargo fue Adolfo Suárez. La tortilla con salsa de callos, la lengua estofada o las empanadillas son algunos de sus clásicos.

De 1964 es el restaurante Las Reses, en la calle Orfila, otro de los favoritos de Rajoy. Especialistas en la preparación de carne roja gallega, hay quienes dicen que su steak tartar es de los mejores de la capital. Local de dos plantas y barras de madera, sus paredes coloradas están cubiertas de carteles taurinos, espejos antiguos y cuadros. Además del steak tartar, la casa cuenta entre sus especialidades con el entrecot con foie fresco y salsa perigourdine o callos a la madrileña. Para las ocasiones en las que los comensales prefieran picar tienen unos soldaditos de Pavía o unas croquetas de rabo de toro que suelen despertar alabanzas.

Nacida ya en este siglo es la cervecería El Santo, de 2007, que debe su nombre a la calle en la que está situada (Fernando el Santo, 4). Aunque hace tiempo que Rajoy no se pasa por allí, llegó a ser bastante habitual verle comiendo entre semana. Se trata de un local pequeño, con apenas una docena de mesas y decoración taurina, cuyo servicio funciona a base de tostas y raciones. La de rabo de toro y chipirones a la plancha, o los huevos rotos con jamón así como la ensalada de tomate, pimientos asados y ventresca de bonito son algunos de los platos que alaban quienes se dejan caer por allí.