Foto de familia en el Basque Culinary Center
Foto de familia en el Basque Culinary Center - efe

El Basque Culinary Center gradúa a su primera promoción convertido en «referencia mundial»

La flor y nata de la cocina internacional, con Ferrán Adriá a la cabeza, arropa el primer gran hito del centro

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Aunque empañado de luto por la muerte de Juli Soler, impulsor junto a Ferrán Adriá de El Bulli, y a quien se ha recordado con un minuto de silencio, el de hoy es un día histórico para el Basque Culinary Center. Esta tarde se gradúa su primera promoción, conformada por 54 alumnos -19 mujeres y 35 hombres-, la primera gran piedra puesta por el centro desde su puesta en marcha en septiembre de 2011. Un centro pionero, que alberga la primera facultad de ciencias gastronómicas de España y un departamento de innovación e investigación.

Previamente, por la mañana, ha concluido su encuentro del fin de semana el flamente consejo internacional. Presidido por Ferrán Adriá, no han faltado Joan Roca, Yukio Hattori, Gastón Acurio y Enrique Olvera.

Junto al resto del consejo -René Redzepi, Heston Blumenthal, Massimo Bottura, Michel Bras, Dan Barber y Alex Atala-, la flor y nata de la gastronomía mundial. Como invitados han acudido Carlo Petrini, Christian Puglisi y Dominique Crenn. Y no han faltado otros grandes cocineros, miembros del patronato, como Juan Mari Arzak, Martín Berasategui y Pedro Subijana.

«Yo estoy muy orgulloso. Que en cinco años se haya convertido este centro en una referencia en el mundo, esto es la repera», ha expresado Adriá, quien ha comentado que a su amigo y socio Soler le hubiera gustado poder estar presente en un día como este. «Países con muchos recursos darían sangre por tener este centro».

Sin pelos en la lengua, el prestigioso chef ha recordado las polémicas que acompañaron la creación del Basque Culinary Center, a causa de las subvenciones recibidas, y no ha eludido ningún tema espinoso. Por ejemolo: «Siempre que pensé en España solo podía haber una gran universidad». O: «Se nos ve como 'star' el 1% del tiempo. La mayoría trabajamos muy duro, de la mañana a la noche». «Hay que poner en valor a los cocineros más importantes del mundo», ha remachado.

El papel de la mujer

Adriá ha asegurado que se está impulsando «la incorporación de la mujer ya de una manera importante», como prueba el volumen de graduadas en la primera promoción del BCC, aunque más adelante, preguntado al respecto, ha admitido que todavía queda trabajo por hacer, pese a matizar que no son ellos quienes hacen las listas donde se distribuyen por ejemplo, las estrellas Michelin. «Hemos mejorado mucho en los últimos años», ha afirmado.

Y ha entrado también en el terreno de la conciliación familiar: «Ser un sector como todos los demás, donde se hagan las horas que hacen las demás profesiones. Donde los sábados y domingos podamos librar. Nos tenemos que quitar la careta todos y esto es un tema a arreglar». Con un matiz: «No es fácil compaginarlo con que un negocio sea rentable».

El presidente del consejo internacional ha advertido de que, de cara al futuro, quieren ser «muy exigentes» y ha anunciado que «el año que viene va a haber una renovación casi total» del consejo. No es la única novedad. Se lanzará una plataforma para promover la nueva dimensión profesional del chef; y, en colaboración con el Gobierno vasco, se creará un premio anual a los logros de toda una vida que será entregado a un destacado chef.

«No me lo puedo creer»

«A mí me gusta andar y suelo pasar por delante del Basque Culinary, y me suelo pellizcar porque no me lo puedo creer, ya hace unos años que se ha hecho más que un sueño hecho realidad», ha confesado Berasategui durante su intervención. «Es una gozada cuando veo a los chicos, que son infinitas vecs más cultos de lo que yo era, infinitas veces más rápidos, ven la vida en la cocina con los faros largos». «No tengo ninguna duda de que van a superar con creces lo que nosotros les dejamos», ha afirmado.

Sus colegas Subijana, Arzak y Acurio también han puesto en valor lo conseguido en el Basque Culinary Center. El primero ha destacado que es ahora cuando arranca su auténtica historia, mientras su amigo Arzak ha recordado que al principio el proyecto parecía una «utopía». El chef peruano, por su parte, ha calificado de «motor» a nivel internacional el trabajo del BCC.

«El consejo internacional ha sido clave. Lo revolucionario es el pensamiento, las ideas. Desde el inicio escuchar vuestra visión de la gastronomía, la labor de la cocina, nos ha hecho abrir la mente y ver el mundo mucho más ampliamente de lo que hubiéramos podido hacer por nuestra cuenta», ha transmitido Joxe Mari Aizega, director del centro. «Nos hemos atrevido a ser ambiciosos y coherentes», ha dicho, siempre desde un «respeto profundo a la profesión».

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