Los gurús de la belleza diseccionan la nueva cara de Flavio Briatore

Ha pasado por quirófano para reducir la diferencia de edad con su mujer, con la que se lleva 30 años

Madrid Actualizado: Guardar
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A la vejez, viruelas. A dos meses de soplar 66 velas, Flavio Briatore, ex director deportivo del equipo de Fórmula 1 de Renault, ha pasado por quirófano para reducir la enorme diferencia de edad con su mujer, Elisabetta Gregoraci, de 36 años recién cumplidos. Este empresario de la vida, que prácticamente le dobla la edad (y doblaba el peso), ha compartido su nueva imagen con sus seguidores de Instagram, que le han regalado 2.644 «me gusta» y algunos improperios. «¡Madame Tussaud! ¡Qué momia!», se mofaba un seguidor. «Ha vuelto el Califfo» (en referencia a Franco Califano, el mítico músico y actor italiano), escribía otro. Su jovencísima esposa, que también ha presumido de marido rejuvenecido en su perfil, ha recibido 3.403 «me gusta», pero las burlas han sido sangrientas: «Como Frankenstein, tome un 1/4 de Marlon Brando en la época del ‘‘Último tango en París», añada 1/4 de Califano y una pizca de Oliviero Toscani, y tenemos a esta “criatura”», por citar un ejemplo.

El cóctel de intervenciones y tratamientos a los que se ha sometido Briatore ciertamente es digno de una película de terror. «Está irreconocible, parece otra persona, estirada agresivamente y con la nariz muy grande, aunque en una de las imágenes parece que la punta nasal está retocada», cuenta el cirujano plástico Juan Peñas. Este médico reconoce que quizá sea un efecto de la fotografía, «pero por lo que veo en ella no me convence el resultado final». Según el doctor Ángel Martín, de la Clínica Menorca, «parece que se ha sometido a una liposucción de papada con estiramiento de cuello y tercio medio de la cara y a una blefaroplastia (reparación de párpados)». Y en opinión de este especialista, «está bastante bien hecho».

Tras examinar detenidamente la imagen de la revista «Chi», el doctor José Vicente Lajo Plaza cree que es más que posible que se haya infiltrado también «botox» en el tercio superior y ácido hialurónico en los surcos nasolabiales. Pero lo que es incuestionable es que ha sufrido una evidente pérdida de peso. «Ha debido de someterse a alguna dieta como la de las proteínas (baja en grasas y con restricción de hidratos de carbono), que implica entrar en cetosis», cuenta Paula Rosso, directora de la unidad corporal del centro Lajo Plaza. «Son las más rápidas y las que previenen la flaccidez por el aporte de aminoácidos», añade. «Y los hombres pierden peso más rápido que las mujeres, porque tienen un metabolismo generalmente más alto y una mayor masa muscular, con lo cual su consumo calórico es mayor», puntualiza.

Todo apunta a que el playboy que conquistó a las súper-modelos Naomi Campbell, Adriana Volpe y Heidi Klum ha querido borrar de un plumazo las huellas que el paso de los años (y su estilo de vida) marcaban ya su rostro y su cuerpo. Y, como ya hicieron Mickey Rourke, Silvester Stallone o Clint Eastwood, ha pasado por «chapa y pintura». Pero como bien dijo Ana García-Siñeriz el pasado miércoles en el coloquio «Belleza: ¿Presión u opresión?», celebrado por el Dr. Moisés Amselem: « La libertad individual es lo más importante que tenemos y no debemos criticar a la persona que elige cambiarse la cara». Pues eso.

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