Finales de marzo de 2020. Una sensación muy cercana al terror atraviesa las áreas críticas del Hospital de Sant Pau. Las camas de UCI se quintuplicaron para llegar a ingresar a 180 personas. El miedo al colapso afectaba a todo el hospital, a la enfermería, a los administrativos, los celadores, los limpiadores. Esos días pasaron, pero ellos se resisten a olvidarlos.-Redacción-
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión