EscapadasEl peregrinaje hasta Caravaca de la Cruz

Guía para realizar el Camino de Levante desde Orihuela

MURCIA Actualizado: Guardar
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Para hacer camino como buen peregrino en tierras soleadas y fértiles del sur, en este Año Jubilar 2017 de Caravaca de la Cruz se presenta una ocasión llena de atractivos con el Camino de Levante, desde la vecina Orihuela y hasta el municipio murciano, por un recorrido de 118 kilómetros «lleno de fe, cultura, naturaleza y gastronomía».No se puede partir sin la credencial, que se solicita en el Palacio Episcopal de Murcia o a través de la web de la diócesis de Cartagena y se irá marcando varias veces en cada etapa para ir obteniendo los sellos que quedarán en la memoria y como prueba del peregrinar «por razones espirituales», según este certificado, denominado cavaquensis, que se consigue al final.

El primer tramo se suele cubrir en unas seis horas -dos y media en bicicleta- y para muchos es el preferido. Parte de Orihuela y llega hasta la ciudad de Murcia, pasando frente a Beniel por el paraje de las norias gemelas, El Raal, con su Belén Viviente en Navidad, y cerca de la Casa del Belén, en Puente Tocinos. En definitiva, entre la salida y la llegada, en esta etapa inicial vale la pena buscar el patrimonio cercano a los lados del camino.

Imagen del Camino de la Cruz de Caravaca
Imagen del Camino de la Cruz de Caravaca - JUANFRA GARCÍA

Para alojarse, abundan las opciones a lo largo de todo el recorrido de establecimientos adheridos al programa, que ofrecen ventajas al peregrino.Después de seguir el cauce del río Segura, el segundo tramo, entre la capital murciana y Alguazas, confirma por qué esta huerta está considerada la despensa de Europa.En el ecuador del recorrido y tras contemplar castillos y el paisaje erosionado de los «badlands», se llega a Mula, con su Monasterio de la Encarnación, donde se venera la Santa Espina. Y se pueden recobrar fuerzas en varios restaurantes también colaboradores de este programa.

Desde allí se camina hacia Bullas, un vergel de viñas y buenos caldos con denominación de origen, en bodegas también visitables para degustación haciendo la Ruta del Vino.

La recta final espolea al caminante, consciente de que está en paso de conseguir la «Indulgencia Plenaria» por su hazaña. Sus sentidos disfrutan, además, de la contemplación del santuario en la cumbre de Caravaca, donde culmina el Camino de Levante.

Llegados a destino, se sigue contando con restauradores solventes como Pedro Marín, El Arco o los Salones Castillo, y con alojamientos que agasajan al peregrino, por ejemplo, la Hospedería Almunia o la Hospedería Rural El Molino del Río Argos.

Además del contacto con la naturaleza, la visita se aprovecha para conocer algunos templos bien conservados de la Región de Murcia: la Catedral de la capital de la Comunidad, con su impresionante fachada barroca; el Santuario de la Fuensanta, también en Murcia; el de Nuestra Señora de la Esperanza, de Calasparra, y el de Santa Eulalia, en Totana. En el mapa también destacan Cehegín y su legado desde los iberos a los romanos, o Mula con sus caserones nobiliarios. Sin olvidar, claro está, Caravaca, una de las cinco ciudades sagradas del «jubileo perpetuo».

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