La mayor parte de los modelos se fabrican a mano en Menorca
La mayor parte de los modelos se fabrican a mano en Menorca - BELÉN RODRIGO

Las zapatillas de andar por casa que quiso comprar Alain Delon

Chinela es un comercio centenario en donde se encuentra una amplia variedad de zapatillas y chinelas

MADRID Actualizado: Guardar
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En esta tienda solo se pueden comprar zapatillas, chinelas y bailarinas (y alpargatas en verano) aunque es difícil encontrar otro comercio con la misma variedad de modelos de estos productos. Abiertas o cerradas, de piel, ante, terciopelo, pana o modelos que se asemejan más a un zapato. Chinela es la tienda por excelencia de las zapatillas para estar por casa pero con mucha clase y estilo. Aquí llegan clientes del barrio Salamanca, donde está ubicada, y de muchos puntos de Madrid y de España, e incluso del extranjero, sobre todo de México.

Los inicios de este local se remontan a 1912 cuando José Núñez Rocha, de origen gallego, se instala en la calle Jorge Juan 3, junto a la antigua casa de Loewe.

Por entonces era una cacharrería donde entre muchas otras cosas se vendían cordeles y alpargatas. Su mujer Alfonsa era quien más se ocupaba de este comercio ya que José tenía otros negocios que atender. Sería en los años de la posguerra cuando esta casa se especializa en calzado cómodo y han sido las mujeres de esta familia las que han sacado la tienda hacia delante. Después de Alfonsa sería su hija Mariana Núñez (fallecida en el 2003) la que se puso al frente del comercio y actualmente son sus dos hijas, Mercedes y Mª Teresa, las que siguen sus pasos junto con sus sobrinas Belén y Almudena. La tercera y la cuarta generación de esta familia siguen apostando por la calidad del producto, tal y como hicieron sus madres y abuelas. Por eso una gran parte de las zapatillas llegan de Menorca, «es donde están los mejores artesanos y las mejores pieles», recuerda Belén Ribera, bisnieta de los fundadores. «En esta casa se siguen encontrando modelos antiguos, que no han pasado de moda y que siguen buscando los clientes. Y al a vez hay nuevos modelos», explica. El nombre, Chinela, «no podía ser otro, que significa zapatilla abierta, aunque no todo el mundo lo sabe».

En el 2015 tuvieron que cambiar su ubicación porque con la ley de arrendamientos no tuvieron otra opción. «Nos dio mucha pena pero no pudimos hacer nada», afirman las dueñas. Desde entonces se encuentran en Núñez de Balboa número 37.

Zapatillas artesanales

Gran parte de las zapatillas que aquí se venden están hechas a mano. «No es fácil encontrar fábricas artesanales, que son pequeños talleres, porque la gente joven ya no quiere coser”, cuentan las propietarias. En esta casa se apuesta por el producto nacional «es lo que vienen buscando, que diga fabricado en España». Y es que la calidad se nota y aunque parezca que son más caras «las zapatillas de piel duran varios años, más de lo que a nosotras nos gustaría (risas)».

Reciben más visitas de mujeres que de hombres aunque la variedad de zapatillas para ellos es muy grande. «Los dentistas y los médicos utilizan mucho nuestros modelos», explica Belén. «Algunos parecen más zapatos que zapatillas pero son comodísimos. Los eligen porque pueden recibir visitas perfectamente, sin ver la suela nadie nota que es un zapato», añade. Las mujeres son las que buscan modelos más diferentes y variados. «Es muy normal que tengan varios pares, zapatillas más de uso diario y otras que combinen con el salto de cama. Por eso buscan colores específicos».

Las zapatillas con escudos se han puesto muy de moda y cada temporada tratan de tener algún modelo diferente. Las hay también de tapicería y de rizo y modelos más indicados para el servicio doméstico, «que por esta zona hay mucho». En verano se buscan más las alpargatas, que las tienen en 14 colores y el remate «cosido del mismo color, no en blanco como en muchos sitios. Por eso nos piden mucho las nuestras». Y también tienen las zapatillas Victoria, «las de toda la vida». Es posible encontrar bailarinas y algunos modelos, también de zapatillas, «tienen algo de tacón porque es algo que algunas clientes piden».

Las visitas que menos les agradan son las de las personas que merodean por la tienda para copiar los modelos, sobre todo chinos. «Hoy en día hacen las fotos con el móvil y te copian los modelos muy fácilmente. Desde el mostrador te das cuenta rápidamente», afirma Mercedes.

Clientela

«Estamos en una zona muy buena y eso se nota. Pero por aquí pasan muy diversos clientes. Algunos venían a la antigua tienda con sus padres y abuelos», cuenta Mercedes. Políticos, jueces, actores, a diario ven mucho rostro conocido aunque prefieren no divulgar nombres «para que no se molesten». Aunque sí que recuerdan la vez que por allí pasó el actor francés Alain Delon y el gran revuelo que causó.

También están de moda zapatillas con tejido de tapicería
También están de moda zapatillas con tejido de tapicería - B.R.

De vez en cuando reciben algunos pedidos algo extraños, como la vez que una clienta china encargó 20 pares de zapatillas para hombre de piel en blanco. A la hora de hablar de precios, son muy diversos. Desde los 10 euros que cuestan las alpargatas y zapatillas de paño a los 70 u 80 euros que pueden costar las chinelas de piel. «Todo el año tenemos el mismo precio, con un margen muy ajustado para que en cualquier momento del año nuestros clientes compren a buen precio», explica Almudena. La tienda online de momento está descartada, «es otro negocio a parte».

La quinta generación de la familia es todavía muy pequeña para saber si seguirán los mismos pasos. De momento movimiento no le falta a esta casa con buen producto, buen trato y clientela muy fiel.

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