El tramo de la calle de Galileo cerrado al tráfico, ayer por la mañana
El tramo de la calle de Galileo cerrado al tráfico, ayer por la mañana - FOTOS: ISABEL PERMUY

Vecinos y conductores rechazan la semipeatonalización de Galileo: «Han colapsado el distrito»

El proyecto piloto del Ayuntamiento, impulsado desde el pasado lunes, levanta ampollas en el distrito de Chamberí

MADRID Actualizado: Guardar
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En apenas 70 metros de la calle de Galileo, entre Francisco Garrido y Meléndez Valdés, una pila de maceteros urbanos esparcidos en mitad de la calzada evidencia el «zafarrancho de combate» que deben soportar los vecinos desde hace cuatro días. «Tengo la clínica en Fernando el Católico y llevamos una semana de locura. Me gustaría saber quien ha sido el genio que se le ha ocurrido hacer algo así», protesta el doctor David Cohen, mientras arrastra su moto a pie hasta el taller que está situado en plena zona de conflicto. «Tengo 71 años y ya me dirá usted si esto no supone un perjuicio», asevera. Pocas, por no decir muy pocas, son las personas convencidas de que el proyecto piloto de semipeatonalización

, impulsado por el Ayuntamiento de Manuela Carmena, servirá en realidad para mejorar su calidad de vida.

Basta un simple rodeo para comprobar que el malestar general en la barriada, en esta ocasión, no es baladí. Vayas donde vayas, el reguero de vehículos atrapados es evidente. «Los coches giran por Fernando el Católico sin saber lo que se van a encontrar. Y claro, el lío ya está montado», advierte Julián Fernández, un jubilado que en poco más de dos horas ya ha llenado varias hojas de firmas en contra de la medida. «Llevo recogiéndolas desde ayer y hasta ahora nadie me ha dicho que no», asegura, mientras invita a comprobar la nula visibilidad de las señales que avisan a los conductores del tramo cortado.

La calle de Fernando el Católico
La calle de Fernando el Católico

La prohibición de estacionar y el desplazamiento de las plazas destinadas a carga y descarga son otros de los quebraderos de cabeza más palpables. «El volumen de clientes ha bajado», subraya el camarero de un restaurante, dejando entrever la razón del problema: «No puedo asegurar al cien por cien que sea por eso, pero si a mi no me dejan aparcar cerca, me voy a otro sitio». La división entre los comerciantes rompe, no obstante, la aplastante unanimidad del vecindario. «A mi me parece bien», explica el dependiente de una heladería, delante de dos policías municipales.

Pese a que la labor de los agentes es meramente informativa, son muchas las quejas que tienen que soportar a lo largo de la jornada. «Es normal que así sea. Lo que han hecho es colapsar el distrito», admiten, sin entender por qué una calle con las aceras anchas, sea la elegida para iniciar el tanteo: «Deberían preocuparse más por arreglar el parque para que la gente pasee en condiciones». Para más inri, la propia alcaldesa reconoció ayer la «prisa» a la hora de adoptar la decisión.

Ocho posibles cortes

Según adelantó ABC, el Consistorio tiene previsto peatonalizar otras ocho zonas más del distrito de Chamberí a partir de 2018 si la prueba de Galileo resulta bien acogida por los vecinos. Una máxima que, por ahora, resulta inviable comprobado el grado de indignación existente. «Hacer lo mismo es totalmente absurdo», sentencia Pablo Martín, quien casi sin ser consciente, revela el origen de tanta controversia: «Esto lo han elegido cuatro. Ni yo ni nadie que conozco nos enteramos de la votación». No fueron cuatro, pero sí 26. Una irrisoria participación que no deja contento a nadie.

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