Tres anarquistas y okupas de Madrid, imputados por los disturbios de Hamburgo
La justicia alemana les reclama responsabilidades por los altercados, que acabaron con daños personales y materiales valorados en 2,7 millones
La justicia alemana está investigando la participación de tres anarquistas madrileños que, presuntamente, participaron en los disturbios en Hamburgo durante la Cumbre del G-20 , que se celebró en julio de 2017.
Para ello, el juez que lleva el caso ha tramitado distintas comisiones rogatorias a España, Italia (dos supuestos implicados más), Francia (tres) y Suiza (uno). En el caso de nuestro país, los sospechosos residen en dos casas okupa de Carabanchel y en un domicilio de Bravo Murillo (distrito de Tetuán). Se les acusa, en principio, de desórdenes públicos, según el Código Penal alemán. También se baraja imputarles tentativa de homicidio, ante la gravedad de los enfrentamientos ocurridos entre los manifestantes violentos y la policía alemana, concentrados sobre todo en la zona del barrio de Sternchanze.
Cabe recordar que en esas revueltas participaron anarcoinsurreccionalistas y antifascistas . En el caso de España, los tres señalados son del primer grupo, más beligerantes y dedicados a acciones terroristas. Tienen entre 28 y 31 años y son todos varones. Se les considera autores de «importantes daños materiales, así como de acciones violentas contra los agentes policiales» que allí se desplegaron, indicaron fuentes de la investigación.
La labor de la Brigada Provincial de Información de Madrid ha consistido en entregarles las notificaciones de comparecencia ante los agentes en una fecha determinada y realizar registros en los tres inmuebles. Se practicaron a las seis de la mañana, hora española, y de manera coordinada en los cuatro países investigados.
Los disturbios se saldaron con daños materiales por valor de 2,7 millones de euros, especificaron a ABC las fuentes consultadas. Ocurrió durante la llamada marcha «Bienvenidos al infierno» .
La operación ha sido liderada por la Oficina Criminal del Lander de Hamburgo bajo coordinación estrecha de la Policía Federal Alemana (BKA), Eurojust, la Fiscalía y el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional.
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