Cartas al alcalde

Terrazas

Uno no sabe si los horarios exigidos por el Consistorio de Carmena son más justos para el vecindario o los turistas

Terrazas en la calle Toledo de Madrid MAYA BALANYA

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Está la Asociación de Hostelería de Madrid un poco levantisca, alcalde, porque el anterior gobierno les recortó el horario nocturno de las terrazas, sin mayor aviso. Y piden la rectificación ahora, incluyendo un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid . Los hosteleros que protestan son, mayormente, los del centro de la ciudad, donde las terrazas son un show , y un negocio, y una delicia. A veces, no todo junto.

Uno no sabe si los horarios exigidos por el Consistorio de Carmena , en sus últimas gestiones, son más justos para el vecindario o más justos para los turistas. En todo caso, r ecortan la hora de cierre , que entra todavía en la madrugada, pero no tanto. Se comprende que los hosteleros defiendan su industria, que resulta más rentable bajo horarios más amplios, pero se comprende también que el vecino residente, esa especie amenazada, y hasta en extinción, según los barrios, quiera convivir con terrazas que se echan a dormir pronto.

Como ahora hay contienda en lo alto, que incluso pasa por el TSJM, procede recordar que la ciudad tiene un problema de contaminación del aire, y ahí se incluye la contaminación acústica, porque hay zonas de Madrid, alcalde, donde el descanso del particular resulta imposible, gracias a las terrazas. No digo yo que las terrazas tengan que ser un ocio de poco rato , pero sí que conviene arbitrar un buen matrimonio entre el dueño del garito y la señora del primero, porque las terrazas son para el verano, como las bicicletas, pero el sueño es materia sagrada, incluso en Madrid. Sobre todo, en Madrid.

Esta columna de esquina, alcalde, es un buzón del viandante, y las quejas por ruido nos llegan a menudo clamorosas . De aquí que aprovechemos las quejas de los hosteleros para igualar a esta crítica las de los consumidores, que no son sólo los que van a echarse una Mahou de terraza a La Latina, sino los que quieren dormir sin sobresaltos de jarana ajena , en ese barrio, u otro, las horas de sueño preceptivas.

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