La hinchada radical del Rayo protagoniza una campaña de acoso contra el jugador ucraniano
La hinchada radical del Rayo protagoniza una campaña de acoso contra el jugador ucraniano - ABC
Radiografía de la ultraizquierda I

Los seis grupos más violentos de la izquierda radical controlan a los Bukaneros

El deporte es la herramienta que usan para canalizar su ideología violenta, según la Policía. El último episodio, el caso Zozulia

Madrid Actualizado: Guardar
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Los grupos de la ultraizquierda madrileña más activa conforman la médula espinal de los Bukaneros. Diversos informes policiales sitúan a estos elementos organizados como los verdaderos muñidores de los radicales del Rayo Vallecano. Como en el caso de los movimientos neonazis y de derecha fascista en general, utilizan el fútbol como un canalizador de su «ideología». También en esto, los extremos se tocan: el deporte no es más que una excusa, una herramienta para el proselitismo y para dar rienda suelta a sus acciones y discursos violentos. El último episodio es el culebrón que se está viviendo en el equipo franjirrojo con el veto de los ultras a la incorporación del jugador ucraniano Roman Zozulia.

Los expertos en la lucha contra la violencia en el deporte sitúan en la horquilla de 300 a 350 los miembros activos de los Bukaneros, liderados, supuestamente, por Pablo Gómez Colmenar, alias «Zafra».

Ayer mismo, seis de sus integrantes fueron detenidos en Mallorca, donde juega hoy el Rayo, tras una pelea en un bar del paseo marítimo de Palma.

La creciente actividad de esta hinchada, sobre todo en el barrio de Vallecas, se debe en buena parte a que quienes mueven sus hilos son grupos organizados como el partido Izquierda Castellana y sus juventudes, Yesca; los cabezas rapadas de los movimientos «Sharp» (acrónimo de «Skin Heads Against Racial Prejudice») y «Rash» («Red and Anarchism Skin Heads»); las Brigadas Antifascistas y la denominada Plataforma de Apoyo a Alfon, el delincuente encarcelado por llevar explosivos durante la huelga general de noviembre de 2012.

Una presidencia débil

El pulso que mantienen contra la directiva de Raúl Martín Presa alcanzó hace tiempo cotas inasumibles para una presidencia que, ya con el «affaire» Zozulia, da una muestras de debilidad extraordinarias. «El club viene recibiendo numerosas sanciones por el comportamiento de esta parte de los hinchas... Les han cerrado el local que los Bukaneros tenían en el estadio; pero siguen metiendo bengalas, pancartas, amenazando... La presidencia del Rayo les ha dado tanto cuartelillo, que consiguen incluso hablar directamente con su máximo representante», indican fuentes policiales.

El desembarco desde el Betis del jugador ucraniano ha sido la excusa que le faltaba a los radicales. Todo se originó con una camiseta, la que Zozulia llevaba puesta el día que llegó a Sevilla. El dibujo fue interpretado erróneamente por los Bukaneros como el anagrama de un grupo paramilitar. Y enseguida corrió como la pólvora por las redes sociales que tan bien utiliza la ultraizquierda: «Zozulia es un neonazi y no permitiremos que juegue en el Rayo», era el mantra utilizado. Los radicales ya tenían nuevo tema de confrontación. Hasta la Fiscalía ha puesto en marcha una investigación en la que ha identificado a 17 ultras por las amenazas vertidas verbalmente y en pancartas.

Agitación callejera

La mayor fuerza es la que ejerce Izquierda Castellana. Se trata de un partido político pero que hace de la violencia su «leit motiv». Tan solo hay que ver tres ejemplos recientes en los que ha entrado inmerso: el escrache a Felipe González en la Universidad Autónoma; la campaña con protestas callejeras contra el alcalde de Alcorcón, David Pérez, tras sus palabras contra las feministas, y los diversos Rodea el Congreso, a través de la Coordinadora 25-S, de la que es brazo político y ejecutor.

Para todo ello, realizan una labor de captación entre chavales, desde los 14 años. Lo hacen en sus barrios, también en los institutos y en la Universidad... Y luego se financian con el «merchandising» que los propios Bukaneros venden en su página web e incluso en una tienda física de Puente de Vallecas.

Además de todo ello, los últimos años, los hechos más llamativos son las manifestaciones en favor del delincuente «Alfon»: ha tomado el relevo de «mártir» para la autodenominada causa antifascista a Carlos Palomino, el menor asesinado en el Metro por un militar neonazi en 2009.

A esta «agit prop» contribuyen concejales de Gobierno de Madrid, como el presidente de las dos Vallecas, Paco Pérez, y la de usara y Arganzuela, Rommy Arce, ambos de Podemos. Son dos ediles considerados «marginales» por el entorno de la propia alcaldesa, Manuela Carmena, debido a su «inoperancia y radicalidad». Otro de los que ha llegado a hacer una defensa cerrada del tenedor de explosivos en el Pleno de Cibeles es Jorge García Castaño (Centro y Chamberí).

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