La sede de la Real Academia de Historia, antigua imprenta de los monjes Jerónimos

Juan de Villanueva construyó en 1778 la casa del Nuevo Rezado donde se imprimían los libros de rezos que se mandaban a América

Fachada de la Real Academia de la Historia, en el Barrio de las Letras BELÉN RODRIGO

Belén Rodrigo

La antigua casa del Nuevo Rezado es la sede de la Real Academia de la Histori a desde 1874. Situada en el número 21 de la calle León, este inmueble pertenecía a la comunidad Jerónima de El Escorial quien tenía anteriormente una casa para la impresión de libros de rezos en el Paseo del Prado. Un edificio que estorbaba para la construcción del nuevo Museo de Ciencias Naturales. Aceptaron por su expropiación una indemnización por el valor de la finca y con ese dinero compraron unos terrenos en la calle León, construyendo este inmueble. Así pudieron seguir el trabajo de editar estos libros que se mandaban a América y de los que tenían su exclusividad los frailes Jerónimos. Esta actividad editora explica la sencillez de su diseño y la ausencia de madera en la construcción para evitar los incendios en una casa donde se guardaban tantos libros. «Se tomaron todas las precauciones pertinentes de la época y está considerado el primer edificio ignífugo de Madrid», explica a ABC fuentes de la Real Academia de la Historia.

En 1788 se empezó a construir el inmueble, diseñado por Juan de Villanueva , figura principal de la arquitectura neoclásica en España. De grandes proporciones a base de cúpulas y bóvedas , utilizó ricos materiales, algunos de los cuales fueron transportados por veintiocho pares de bueyes desde la sierra de Madrid. Es de planta rectangular, con piso bajo principal y segundo muy matizados y de grandes proporciones. Las f achadas son de líneas sencillas en ladrillo visto con remates en piedra y en la principal destaca el enlace del balcón central con la puerta de entrada, una de las aportaciones de Villanueva a la arquitectura neoclásica madrileña. En esta fachada destaca también el escudo donde aparece la parrilla de San Lorenzo, signo de vinculación al Monasterio de El Escorial.

Salón de actos donde se celebran los ingresos de los académicos BELÉN RODRIGO

Con la desamortización de Mendizábal expropian el edificio a los monjes Jerónimos. Por aquel entonces la Real Academia de la Historia buscaba sede. Creada en 1735 como una reunión literaria de amigos y autorizada por Felipe V en 1838, había estado antes ubicada en la antigua Biblioteca del Palacio Real y la Casa de la Panadería. En 1837 se aprobó la Casa del Nuevo Rezado como nueva sede pero fueron necesarias obras de adaptación y no se instalaron allí hasta 1874. Las llevó a cabo Eduardo Saavedra, entre 1871 y 1874 , para adecuar el edificio a su nuevo uso y en él también se constituyó la Real Sociedad Geográfica en 1876.

Actualmente la Real Academia de la Historia ocupa también el palacio del marqués de Molins , una residencia típica del siglo XIX de estilo isabelino que se encuentra junto a la Casa del Nuevo Rezado. El arquitecto Fernando Chueca Goitia fue el encargado de realizar la reforma y adaptación de ambos edificios . El edificio del marqués de Molins, propiedad del Estado, sufrió una profunda transformación para adaptarlo a las necesidades de la Academia, exceptuando la escalera de honor y el salón de columnas (antiguo salón de baile). La Academia adquirió también un pequeño edificio de viviendas con fachada a la calle de las Huertas donde había vivido el dibujante Daniel Urrabieta , famoso por sus ilustraciones del Quijote. Allí se instaló el depósito de libros que hoy se mantiene.

Salón de reuniones de los académicos con varios cuadros de Goya BELÉN RODRIGO

Para comunicar ambos edificios (Casa del Nuevo Rezado y el palacio de Molins) «Chueca Goitia se inventa una galería en la que se exponen retratos. La parte del palacio se utiliza solo para actos», indica la Academia. Allí se encuentra el salón de actos donde el arquitecto convirtió dos plantas en solo una. Por la crisis se ha reducido el presupuesto de la institución y el antiguo palacio de Molins se mantiene cerrado excepto en los días de actos y sesiones solemnes.

Un equipo de 12 personas trabaja en la Academia que reúne semanalmente los académicos (un máximo de 36 ), historiadores de todas las especialidades. Los encuentros tienen lugar cada viernes a las 18 horas. «Cada semana un académico expone un tema novedoso de su investigación y luego se debaten sobre los temas habituales de su funcionamiento», explica a ABC fuentes de la Real Academia de la Historia.

Las paredes de esta casa conservan imágenes curiosas como la de la fotografía de Ramón Menéndez Pidal apagando la tarta de su 95 cumpleaños. Es su sobrino nieto, Don Faustino, el actual académico más longevo.

Zona de exposición de colecciones BELÉN RODRIGO

Una de las curiosidades de la decoración de esta casa son los cuadros de Goya , cinco en total. Se conservan también los documentos en los que se puede ver el valor recibido por Goya por alguna de sus obras . «Por uno de ellos recibió 60.000 reales de vellón, que era mucho dinero. Pero también pintó a su amigo Francisco de Rojas gratis», indican desde la institución. En la sala de reuniones se puede contemplar también de otro cuadro de Goya, un retrato al rey Carlos IV, el primero que le hicieron como Rey. En el salón de Reyes se guardan retratos de los monarcas, como el de Isabel la Católica, Carlos III o Fernando VII, además de un tapiz de la coronación de Carlos V.

Además de pinturas la Real Academia de la Historia conserva importantes colecciones de distintas épocas. La de cartografía, por ejemplo, considerada una de las mejores de España. Se encuentran también antigüedades extranjeras e hispano - romanas y visigodas como el disco de Teodosio, del siglo IV a.C., obra cumbre de la metalística del Mundo Antiguo . Otra de las obras más valiosas de la casa es el altar relicario del Monasterio de Piedra (Zaragoza) de finales del siglo XIV . Se trata de un mueble litúrgico en forma de tríptico, ricamente dorado y policromado, dentro del estilo gótico-mudéjar. En una caja fuerte se guardan los documentos más valiosos, los más antiguos.

Con Fernando VII hubo un intento de intervención de la Academia, al igual que durante la II República y en los años de la Guerra Civil la actividad se paró. En el edificio llegaron a vivir el secretario, el bibliotecario y tres conserjes. Considerado Bien de Interés Cultural, desde su inicio la Academia vela por la conservación de las antigüedades hispanas y trata de mejorar el conocimiento de todos los aspectos de la historia de España mediante una investigación crítica y analítica. Entre sus actuales proyectos destaca la digitalización de la biblioteca y el diccionario biográfico .

Altar relicario del Monasterio de Piedra BELÉN RODRIGO
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