Exterior del Sanatorio Esquerdo, en la Avenida de los Poblados, Madrid
Exterior del Sanatorio Esquerdo, en la Avenida de los Poblados, Madrid - JAIME GARCÍA

Sanidad abre otra inspección al psiquiátrico que clausuró hace un año

El centro privado se cerró por deficiente atención y falta de un plan antiincendios

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La Comunidad de Madrid ha abierto otra inspección al Sanatorio Esquerdo, el hospital psiquiátrico privado ubicado en la avenida de los Poblados, en el distrito de Latina, que fue clausurado en julio del año pasado por múltiples «irregularidades que comprometen la seguridad de los pacientes». Según informó hace un año la Consejería de Sanidad, el centro carecía de personal sanitario adecuado o un plan antiincendios, entre otras deficiencias.

El cierre fue decretado como medida cautelar y, aunque el Gobierno regional decidió en principio dejar sin efecto la licencia de actividad del centro por un periodo de 120 días, apenas doce días después revocó la suspensión y el sanatorio reabrió después de que, según se dijo, se hubieran «subsanado» las dos circunstancias más graves: riesgo de suicidio de los pacientes y de incendio.

Un grupo de pacientes, algunos con más de veinte años ingresados allí, incluso se organizó para exigir la reapertura, alegando que ésa «es su casa» y defendiendo el «buen trato» recibido.

Pero ahora, once meses después de aquel episodio, Sanidad ha decidido abrir otra inspección para investigar posibles nuevas irregularidades después de que la familia de un paciente haya denunciado «falta de infraestructuras», «abandono de los enfermos», «absoluta falta de higiene» y «múltiples deficiencias en materia de seguridad».

La familia de un paciente denuncia «trato intolerable» a los pacientes por «abandono», falta de personal y déficit de seguridad

En un escrito dirigido a la dirección del centro, que ha acabado en el Servicio de Inspección de Sanidad, Antonio Cabrera Salamanca denuncia «el trato intolerable» que ha venido recibiendo su familiar desde que ingresó en el sanatorio, el 14 de mayo. Según la queja de este vecino de Carabanchel, en sus visitas diarias al sanatorio ha constatado «falta de atención socio-sanitaria» de los enfermos mentales, que asegura ver «vagando sin rumbo por los pasillos». Un día, narra, después de buscar a su familiar durante diez minutos, llamándole por megafonía, «apareció en el rellano de la escalera de la planta segunda. Pudo haber rodado por las escaleras y matarse. Hechos similares son frecuentes dado el total abandono que sufren los enfermos (...) Hace unos días levanté a un anciano gimiendo bajo su silla de ruedas volcada en uno de los patios –la supresión de barreras arquitectónicas del centro es un puro sarcasmo– mientras otro paciente lo miraba impávido».

«La ducha, en días alternos, es en un baño comunal. Se hacinan la ropa sucia y los cubos con el lavabo y váter»

En su escrito añade que «el centro está cerrado permanentemente» y «la única puerta de salida sólo pueden abrirla los auxiliares, muy a menudo desaparecidos». También denuncia la «situación deleznable» en cuanto a la higiene, ya que, siempre según su relato, a los pacientes se les ducha «en días alternos», en un cuarto de baño común «donde se hacinan la ropa sucia, los cubos de basura, las fregonas con un lavabo y una taza de váter y una manguera de ducha en una pared (...) sin las mínimas garantías higiénicas y de privacidad».

«Atados de pies y manos»

A su pariente, asegura, «se le ata de pies y manos a la cama con la excusa de que no se levante por las noches».

Fuentes del Departamento que dirige Jesús Sánchez Martos confirmaron a ABC que Inspección comprobará esta denuncia, completada con fotografías hechas por él, en la que observan «elementos de juicio suficientes» para investigar. Por ejemplo, se ve un cableado de la habitación de su familiar –que el viernes abandonó el centro– «que podría vulnerar la normativa de seguridad».

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