Una reyerta por una furgoneta acaba con un hijo disparando a su madre en Pinto

Una mujer de 49 años fue tiroteada de forma accidental por su propio hijo, de 29, cuando trataba de mediar en una disputa que se produjo a las puertas de un taller mecánico en el polígono industrial La Estación de Pinto . Está hospitalizada con pronóstico es reservado. Su hijo se dio a la fuga tras el suceso y, al cierre de esta edición, estaba siendo buscado por la Guardia Civil . Tiene un antecedente por riña, precisó una portavoz del Instituto Armado.

La disputa, en la que nada tuvieron que ver los empleados del establecimiento de reparación de vehículos, se desencadenó por circunstancias no precisadas sobre las 22.30 horas del domingo a la altura del número 11 de la calle de Cormoranes.

Al parecer, el agresor se la prestó al otro individuo y el vehículo acabó en el citado taller. Quizá esto molestó al atacante. Lo cierto es que cuando acudió a que se la devolviera y se encontraron se desencadenó una monumental riña entre ambos. Entonces, su madre, al tratar de apaciguar los ánimos, acabó siendo alcanzada por el arma de fuego que esgrimió su propio hijo y que iba dirigida contra el otro sujeto . Su vástago no contaba con que ella se pusiera en medio en ese momento, y al disparar, acabó recibiendo los dos impactos de bala. Uno le alcanzó el coxis y el otro, la cintura. Así lo indicó un portavoz del Summa-112. Los sanitarios de emergencias estabilizaron a la herida y la trasladaron, consciente y orientada, hasta el Hospital 12 de Octubre . Mientras, su hijo ponía pies en polvorosa. Se desconoce porqué actuó así y las razones que le llevaron a tratar de tirotear al sujeto al que le había prestado el furgón.

Según las primeras pesquisas todo apunta a que el origen de la discusión fue porque el vehículo no fue devuelto en las condiciones adecuadas, ya que acabó en el taller, si bien no se descarta que haya otro trasfondo.

Fuentes de la Policía local de Pinto indicaron que sobre las seis y media seis sujetos aporrearon la puerta del taller. Cuando acudieron los agentes les explicaron que estaban ahí para reclamar una furgoneta que habían prestado y que no se la querían devolver. Los funcionarios les indicaron que debían interponer una denuncia, y así lo hicieron tres de ellos, que se desplazaron hasta el puesto de la Guardia Civil. Los otros se quedaron esperando. Al final aparecieron la madre, su hijo y el sujeto al que le habían prestado el vehículo, desatándose la trifulca. Todo el grupo es español.