Torrejón de Ardoz

Un restaurante para comer con tu perro

El primer establecimiento de Madrid oferta un menú especial para que las mascotas puedan comer junto a sus dueños

Una pareja con su mascota, en la mesa del local DE SAN BERNARDO
Enrique Delgado Sanz

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Con las cosas de comer no se juega y menos aún si eres un perro. Así se explica que en Torrejón de Ardoz se haya visto a perros que tiran de la correa para indicar a sus amos el restaurante en el que quieren comer. «Si el perro se encuentra a gusto en la terraza, el perro tira del dueño hacia el local», explica Javier García, propietario de El secreto del Soto, el primer restaurante de la Comunidad de Madrid que ofrece menús para que puedan comer tanto perros como personas.

«Si te ganas a la mascota te ganas al dueño», asegura García, el impulsor de esta idea que permite a los amantes de los animales poder comer junto a sus mascotas en dos terrazas habilitadas a tal efecto y abiertas durante todo el año . «Es una manera más de dar servicio a una necesidad existente», indica el propietario del restaurante, quien se lanzó a desarrollar este nuevo concepto después de comprobar que podía funcionar en su zona: «Con las llaves de la vivienda casi te dan también la mascota. Por aquí, en una sola casa, puede haber de dos a tres perros o dos gatos, sin exagerar».

García admite que no tiene mascota , pero que vio en este servicio añadido una forma de sacar adelante el restaurante y, por ende, a su familia. «No lo vi como una manera de ganar dinero, porque al fin y al cabo no le ganas mucho por lata, pero sí que creo que es más una forma de hacer prosperar al restaurante ». El hostelero se refiere a que, gracias a ofrecer una opción que no es para nada habitual en la región, consigue atraer a clientes que, de otra forma, podrían no haber entrado nunca por la puerta del establecimiento.

«Es un dinero que de otra manera no tendrías», añade García, quien reconoce que, en el tiempo comprendido desde que puso en marcha esta iniciativa -aún en tiempos de crisis económica -, nunca ha tenido ningún problema en la terraza. «No es que haya 40 perros en la terraza siempre, pero sí que se llegan a juntar tres o cuatro y jamás se han peleado ni tampoco han defecado en el lugar», manifiesta el propietario, quien también cree que ofrecerle un plato de comida a los perros permite a sus dueños disfrutar de la comida en una sintonía más apacible.

«De esta forma, el perro está contento, sin hambre y va a dejar comer tranquilo al dueño », subraya García, quien recuerda que la idea de dar de comer a los perros surgió casi por casualidad: «Unos amigos tienen un local de mascotas cerca y un día, visitando su tienda, vi que tenían comida envasada natural , sin piensos, y se me ocurrió».

Una vez sentados, tanto los comensales humanos como los caninos, reciben sus respectivas cartas con las opciones que podrán degustar. «No cuesta nada poner la cartita de los perros al lado por si también les interesa», expone García, quien también desglosa las opciones de cada tipo de comensal, según si se apoya sobre cuatro patas o dos piernas.

«Tenemos más de 140 opciones en nuestra carta convencional y otras cinco en la que es especial para los perros», contabiliza García. Mientras que las paellas y las raciones variadas o hamburguesas se llevan la palma en el primer caso, los cánidos pueden elegir entre pollo, pollo con hígado y verduras, pescado con alga kelp o filetes de atún y sardinas. El precio, 3,30 euros por lata.

«Solemos servir antes la comida de los perros porque, como requiere menos elaboración, es mucho más rápida de preparar y además luego ya no molestan», resuelve García.

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