Respirando arte puro en Lavapiés

Artistas urbanos decoran las fachadas de los comercios de este barrio madrileño en la VI edición de la iniciativa C.A.L.L.E

Imagen del mural de Sara Fratinii en la fachada de la cafetería La Libre MAYA BALANYA / Vídeo: Festival C.A.L.L.E. decora los escaparates de Lavapiés

Mónica Gail

En las calles de Lavapiés se respira arte puro . El barrio se ha transformado de arriba abajo y se ha vestido con sus mejores galas para la ocasión. Los comercios ya lucen nuevos diseños gracias a los variopintos artistas que participan en la VI edición de C.A.L.L.E, un festival de arte callejero organizado por la Asociación de Comerciantes de Lavapiés. Las fachadas y escaparates de las tiendas han sucumbido a las profesionales manos y pinceles de los distintos pintores y escultores.

La obra de Sara Fratini se desplega a lo largo de toda la fachada de la cafetería La Libre , situada en la calle Doctor Fourquet. «Se titula ‘Río’ porque trata el barrio como agua, como corrientes que se encuentran y fluyen. Para mí, eso es Lavapiés, la unión de muchas corrientes », explica la artista. Para ella es muy necesario «estar en contacto con el barrio y vivir la zona» en la que pinta, para poner su obra en contexto . Lo ha conseguido. Pequeños y mayores se ven identificados con las mujeres que Fratini ha dibujado en la pared. «Esa se parece a mi vecina», ha llegado a decir un niño.

Arte reivindicativo

El arte es una forma de expresión muy humana. Es el grito que el artista lleva por dentro y quiere poner en el cielo. Quizás por eso Fernando, con su tienda de discos Bajoelvolcán , se dejó engatusar por la propuesta artística de Tropicalia. «Me gustó mucho su diseño», asegura. La autora quería transmitir «el grito de resistencia de Lavapiés por lo que está pasando: el tema de la identificación, deshaucios, cierres de comercios... Lavapiés es un sitio con mucha fuerza pero ahora su corazón está llorando, está en llamas».

Obra de Tropicalia en el escaparate de Bajoelvolcán MAYA BALANYA

El arte, casi siempre, está impregnado de reivindicaciones . Por ejemplo, el medioambiente está presente en la obra de Anna Borrie. La creación que envuelve una icónica farmacia de la zona está construida con plástico que encontró por las calles de Lavapiés . Anna asegura que había gente «preocupada porque su farmacia iba a desaparecer». Un despistado que pasa por allí confirma lo que cuenta la artista: «Pero esto no es porque van a hacer reforma?». Hay quien no coincide con el cambio de imagen del local: «La farmacia es muy bonita, de madera antigua... Creo que esta obra no le hace justicia», opina una vecina.

Obra de Brochka! para el escaparate del Estanco de Lavapiés MAYA BALANYA

Los comerciantes veteranos que repiten cada año en esta iniciativa buscan «algo diferente». Carmen Gordo trabaja en el Estanco de Lavapiés, participa en C.A.L.L.E desde que se fundó y se muestra encantada: «Con tanto color, llama más la atención y es una manera de darle otro enfoque al barrio. Le da vida ». Además, los vecinos se alegran de contemplar tantas propuestas diferentes en lugar de ver «un escaparate muerto». Abraham Romero, compañero de Carmen, comenta que la decoración del estanco –una combinación de papel y pintura, en una especie de papiroflexia, crean unas manos que decoran el escaparate– «habla de la diversidad del barrio ».

Objetivo: atraer curiosos

Lavapiés, una de las zonas más transitadas de la ciudad, es conocido por su multiculturalidad . Y este evento es magnético para aquellos que disfrutan con esta ineludible cualidad del barrio. La Buga del Lobo se subió a bordo del proyecto porque, precisamente, es «un barrio multicultural e interracial». Juan, el encargado de este bar de la calle Argumosa –o «el boulevar de Lavapiés», como les gusta llamarla a ellos–, alega que era imposible no participar: «No podíamos quedarnos fuera». Jonay, uno de los camareros, asegura que el festival « atrae clientes de fuera y les pica la curiosidad». Los viandantes echan un vistazo al local y, algunos, se paran para fotografiar el mural. «Tampoco es que se nos llene el bar, pero sí suma algún cliente», dice Jonay.

Obra de Mostoenvena & Iracema para la fachada de La Buga del Lobo MAYA BALANYA

Noel, trabajador del bar , también afirma que «se nota que hay más clientela y la gente se interesa y pregunta por los murales». En la puerta del local se pueden observar dos obras distintas. Unos cuadrados entrelazados de color azul y amarillo conforman la creación del artista del año pasado, mientras que el conjunto de fotografías colgadas de Samanta Aretino, muestran la obra más reciente.

Una vez terminadas todas las obras, la asociación realiza visitas guiadas por todos los locales, además de murales participativos, talleres de serigrafía, documentación y transformación del arte urbano y actividades para reciclar el graffiti o EnREDados, una acción urbana para construir una colorida estructura con hilos. Todas son gratuitas y finalizan el 26 de mayo.

Aquí puedes ver todos los comercios que participan con el proyecto: