Ocho municipios madrileños están catalogados como «paraísos fiscales» de coches

La baja cuantía en el impuesto de circulación atrae a numerosas empresas de alquiler y renting de vehículos

Decenas de coches atascados en una carretera de la región Jaime García
Ignacio S. Calleja

Esta funcionalidad es sólo para registrados

¿Cómo es posible que pueblos serranos con apenas 500 habitantes cuenten cada año con miles de matriculaciones? La respuesta es sencilla: hasta ocho municipios de la región están catalogados como «paraísos fiscales» por su baja fiscalidad en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) o tasa de circulación . El último informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), de 2016, sitúa a la Comunidad de Madrid a la cabeza de esta clasificación, con mayoría entre los veinte primeros por encima de Valencia, con cuatro localidades, y Cataluña, con tres.

El caso más llamativo en la Comunidad es el de Robledo de Chavela , al oeste de la región, considerado como uno de los principales «paraísos fiscales» a nivel nacional. En este municipio, de 4.001 habitantes, se matricularon el año pasado un total de 42.795 turismos, según los datos facilitados por AEA. Con esta proporción, teóricamente, cada vecino tiene más de diez coches en propiedad. Algo parecido ocurre en otros lugares, como Moralzarzal (41.566 matriculaciones con 12.372 habitantes), Venturada (17.119 para 2.014 vecinos) o Patones (6.546 turismos matriculados para 537 residentes). Este último es bastante peculiar, ya que, a tenor de estos datos, en este pequeño pueblo de la sierra «pobre» de Madrid sus habitantes poseen doce turismos cada uno. Evidentemente, la realidad es muy distinta. Las bajísimas tarifas en el impuesto de circulación, unido a la flexibilidad de la Dirección General de Tráfico (DGT) para censar los coches, atraen a numerosas empresas de alquiler y renting, aunque los turismos jamás circulan allí.

El presidente de AEA, Mario Arnaldo , explicó a ABC las particularidades de este fenómeno, que surgió en 2001, cuando se eliminaron los indicativos provinciales de las matrículas. «Antes de ese año, estas empresas tenían que matricular los coches en la provincia donde operaban, por temor a algún ataque, pero ya no», indica Arnaldo.

Este es uno de los argumentos, pero también la normativa que rige este extremo. Según la legislación vigente, los municipios están autorizados por la DGT a establecer las tarifas que les convenga, incluso sobre el impacto medioambiental y la antigüedad del vehículo. No obstante, la carga impositiva del IVTM se mide en función de los caballos fiscales, que son una unidad de medida sobre la potencia del motor. Si bien los baremos son siempre los mismos, los precios varían.

Diferencias económicas

El impuesto se aplica en función de cuatro categorías: por debajo de los ocho caballos fiscales; entre 8 y 11,99; de 12 a 15,99; de 16 a 19,99; y por encima de 20. Esta clasificación evidencia las enormes diferencias que existen entre estos «paraísos fiscales» y otros municipios, como Madrid capital. De hecho, esta situación ha provocado un éxodo masivo en los últimos años, hasta el punto de que antes del 2001 tributaban cerca de 50.000 coches en la ciudad y ahora apenas lo hacen 500.

Si comparamos las tasas de Robledo con Madrid, identificado uno como el principal «paraíso» y el otro como la ciudad de referencia, observamos que matricular un turismo en el primero es hasta ocho veces más barato . Un coche por debajo de los 8 caballos fiscales paga en Madrid 20 euros –según las cifras del Ayuntamiento–, mientras que en Robledo de Chavela abona 3,16 euros. Pero las diferencias son más evidentes si aumenta la potencia. Un coche de la máxima categoría, superior a los 20 caballos fiscales, paga en la capital 224 euros, por los 28 en el municipio serrano. Un ejemplo práctico: un Ford Focus con motor medio abona 59 euros en Madrid y solo 8,52 en su homólogo.

Sentencia judicial

Esta problemática, que no es nueva, propició que el Ayuntamiento de Madrid hiciera en 2005 un requerimiento a la DGT sobre 62,4 millones de euros que, supuestamente, le correspondían por la espantada masiva de las matriculaciones anuales.

La exigencia del entonces Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón (PP) remitía a los millones perdidos por esta marcha, más un cálculo sobre el crecimiento de las empresas en el mismo periodo. Su reclamación, no obstante, fue en vano y la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ratificó en 2011 una sentencia previa del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que desestimaba la derogación de las instrucciones .

Fortalecido por esta decisión, el fenómeno ha crecido exponencialmente. De los 349.909 turismos matriculados en la región en 2016, estos ocho municipios constituyeron el 42 por ciento, con un total de 146.562 coches. El hecho de que el Consistorio madrileño reclamara a la DGT ese montante se debe al fuerte impacto en la recaudación , cifrado en millones de euros. «Salvo que cambie la normativa, el tema tiene difícil solución porque aunque el resto de ayuntamientos iguale las tarifas la recaudación seguirá siendo menor», explica Arnaldo; y añade: «Además, es limpio para estos paraísos, porque ingresan el dinero sin que la circulación les afecte».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación