Iglesias de Madrid

Nuestra Señora del Rosario: un pequeño Asís en Batán

El templo, formado por una gran comunidad de hermanos, se construyó hace 75 años

Exterior de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, en Batán José Ramón Ladra

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Hasta que no he tenido delante al franciscano conventual, hermano y padre, Jesús María Jiménez Martínez , no me he preguntado cómo sería conversar con San Francisco de Asís , hablar de su vida en el Espíritu, de sus inquietudes, de sus preocupaciones, del amor a Dios, de la fraternidad. Tengo que confesar que esto es lo que estaba pensando cuando charlaba con el párroco de Nuestra Señora del Rosario , plaza de los Franciscanos, 3, centro histórico y social de Batán, un Batán que no se entendería sin la presencia de estos religiosos, populares donde los haya, el Evangelio sin glosa, si añadidos, sin aditamentos.

El hermano Jesús María me explica la historia de la parroquia mientras se afana fray Abel, que es el rector de los estudiantes que viven en este pequeño Asís madrileño , en colocar un retablo que lucirá en la celebración del 75 aniversario de esta parroquia. Por cierto, está presidida por el obispo auxiliar monseñor Jesús Vidal , de esa generación de obispo auxiliares que, aunque pasa demasiado inadvertida, está dando mucha vida a la diócesis .

Setenta y cinco años en el Batán, cuando todo era descampado. Como dice el hermano párroco, «corría el año 1944. Los dos hermanos que llegaron a Madrid, el P. Lorenzo Castro y el P. Esteban Marcos, tenían un motivo: solicitar al obispo el permiso para establecer una presencia de la Orden Conventual donde les indicaran. Lo supieron muy pronto. El día primero de abril, el obispo, monseñor Leopoldo Eijo y Garay les pidió que se establecieran en un suburbio madrileño, perteneciente en ese momento a Carabanchel Bajo , y allí abriesen una parroquia: Nuestra Señora del Rosario».

Se ganaron el afecto de las sencillas gentes del barrio. Construyeron una iglesia, ladrillo a ladrillo. Un templo que hubo de ser derruido en los años ochenta por problemas de filtraciones de agua . Ahora la parroquia cuenta con uno nuevo, sencillo, inaugurado en 1987 y con el espíritu lineal del carisma de San Francisco, todo amabilidad, acogida, abrazo.

Historias de entrega

Aquí vive una numerosa comunidad de hermanos al servicio tanto de la parroquia como del cercano colegio San Buenaventura . Una vida que está llena de historias de entrega. Hay que aclarar que esta parroquia ha asumido el territorio de tres templos cercanos , el de Nuestra Señora de Lourdes, que ahora está encomendado a la Renovación carismática –en el creo anda por ahí de cura el bueno de Alfonso Simón– y el de Santa Clara.

Cáritas atiende a 211 familias, sí, 211 familias, inmigrantes, principalmente de procedencia hispanoamericana . El CEM, que se dedica a niños y niñas en edad escolar, el Hogar de los Ancianos, la Asociación Cultural Nuestra Señora del Rosario, que tiene una historia ligada a la parroquia aunque sea autónoma, la atención a las personas solas en un barrio de edad media alta , los talleres de costura, la presencia de las Misioneras de María Mediadora y de las Teresianas de la Compañía de Santa Teresa, las actividades asistenciales de las Conferencias de San Vicente Paúl, con sus cursos de geriatría , por ejemplo.

Además, hay que añadir la dimensión catequética en la que destaca, para el trabajo con los jóvenes, el proyecto Life Team . Y los dos grupos de matrimonios jóvenes y, cómo no, al tratarse de una parroquia franciscana , la Orden Franciscana Seglar y la Milicia de la Inmaculada. Grupos a los que hay que añadir el de Vida Ascendente, el de la Pastoral de la Salud, que no solo llevan la comunión a los enfermos sino que trabajan en un acompañamiento integral. Nada de esto se podría hacer sin una profunda vida de oración , sin la presencia eucarística y adoración eucarística de los jueves, todo el día, y de uno de los viernes al mes, de madrugada, cuando los jóvenes del barrio vuelven de la movida, el silencio de una Presencia que fascina. Y, hablando de historias de vida, la de Jesús Sanz , un fiel laico que tuvo el centro «Diálogo y escucha» y que ayuda a los inmigrantes y necesitados de la zona, y les ofrece además la Palabra que da vida. Aquí, queridos amigos, se palpa a San Francisco.

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