La mano de Dios del dibujante Osvaldo Pérez D’Elías
Una muestra recuerda al caricaturista y colaborador de ABC, fallecido hace 10 años
No era Maradona , pero lo admiraba. No era futbolista, pero dibujaba jugadores. Nunca marcó un gol con la mano, pero gracias a su excelencia con la pluma también se hizo merecedor de ver su nombre al lado de la coletilla «la mano de Dios». Ese es, precisamente, el nombre de la última exposición que le recuerda. Hablamos del gran ilustrador argentino Osvaldo Pérez D’Elías (1943-2008), uno de los dibujantes más finos que se ha paseado por las páginas de ABC. La muestra, organizada por el Instituto Quevedo del Humor, podrá verse hasta el próximo 22 de julio en la sede de la institución en Alcalá (Calle Nueva, 4).
«Era un dibujante mordaz pero a la vez amable. Su trazo era preciso y sus dibujos eran de una calidad enorme», recuerda el ilustrador Agustín Sciammarella, amigo de D’Elías que ha participado en la muestra. A lo largo de las 70 caricaturas de la muestra, explica, vemos a distintos personajes que todavía hoy forman parte del imaginario colectivo. Ahí está, en efecto, Maradona, pero también Borges o Carlos Gardel, al que tanto quería. También clásicos como Cervantes o Quevedo e iconos contemporáneos como Salvador Dalí. Toda una galería de personajes diversos, retratados de muy diversas formas, que «todavía están frescos en la memoria de la gente».
Para Ramón Pérez-Maura, adjunto al director de ABC, sus caricaturas tienen un rasgo que se echa de menos en este tipo de dibujos: «El personaje al que se estaba caricaturizando siempre era reconocible». Por eso sus dibujos no necesitaban una identificación , pues hablaban por sí solos. Sus dibujos, añade, hacían gala de un «trazo amable, clásico y elegante con el que apresaba lo esencial del personaje».
De Argentina a España
Pérez D’Elías se inició como profesional en 1962 publicando su primer trabajo como ilustrador en «Rico Tipo». Fue en 1986 cuando llegó a España y comenzó a publicar sus dibujos en «ABC» y «Blanco y Negro», entre otras publicaciones. «A pesar de que se fue muy joven de Argentina, en su momento fue un referente. En España también, pues colaboraba con las publicaciones más importantes», explica Sciammarella. «Lo recuerdo siempre sonriente, encantador, con un comentario perspicaz en la boca».
Noticias relacionadas
