Llega el «ebook» rural

La Comunidad presta tablets a vecinos de los pueblos de menos de cien habitantes para fomentar los hábitos de lectura también en zonas rurales

Dos vecinos de Madarcos aprenden a usar los dispositivos

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ser muy mayor, o muy pequeño, y vivir en un pueblecito como Madarcos (47 habitantes), Robregordo (45 vecinos) o La Hiruela (54) no tiene que ser impedimento para poder visitar una biblioteca cuando se desee. Aunque no sea física, sino virtual. Es la solución que han encontrado las autoridades regionales a la falta de equipamientos que soportan en muchas ocasiones estas localidades poco habitadas o más aisladas geográficamente . Personal de la consejería de Cultura presta a los vecinos tablets y les enseña cómo manejarlas.

Este programa está dentro del proyecto eBiblio Madrid, la plataforma de contenidos digitales de la Comunidad , y persigue dar a estos pueblos pequeños –de menos de cien habitantes– acceso a lo que en otros municipios mayores se cubre con bibliotecas o con bibliobuses.

Los pueblos donde se está llevando a cabo ya esta iniciativa son los diez menos poblados de la Comunidad madrileña: El Atazar, Horcajuelo de la Sierra, Robledillo de la Jara, Somosierra, La Serna del Monte, la Acebeda, Puebla de la Sierra, La Hiruela, Madarcos y Robregordo. En todos, sus habitantes pueden contar ahora con acceso 24 horas al día y 7 días a la semana a los fondos de la eBiblio: libros, periódicos y películas.

Más libres

«Iniciativas como eBiblio permiten que cualquier madrileño pueda acceder desde su casa a un catálogo amplísimo de ebooks, prensa y películas», afirma el consejero de Cultura, Jaime de los Santos. Porque, añade, «un ciudadano que lee, que ve cine, que se nutre de cultura, se convierte en una persona más formada, más informada y, por lo tanto, más libre».

Los responsables de la iniciativa visitan los pueblos, entregan las tablets –una por familia, en un préstamo sin fecha de caducidad– y les enseñan a utilizarla. Igual que a cualquier usuario de biblioteca pública se le entregan, junto con el carnet, los datos para entrar en la plataforma virtual , igual se hace con estos otros vecinos más alejados de las grandes urbes, pero mediante la tablet. Tanto los abuelos como los nietos aprenden a utilizarlas y a buscar contenidos. La medida está siendo acogida muy positivamente en las localidades afectadas:en Robregordo se han apuntado un 75 por ciento de sus vecinos, y en El Atazar, el 49 por ciento.

EBiblio nació en 2013, bajo el impulso de la Secretaría de Estado de Cultura. La Comunidad ha ido aumentando su colección y ha sido la primera autonomía en incorporar también los periódicos. Cuenta además con clubs de lectura virtual –para adultos y jóvenes– y ahora también con una plataforma de películas, con más de 6.000 títulos que pueden descargarse hasta dos por semana. Hay en la actualidad más de 21.779 usuarios en el servicio eBiblio. Entre los libros más demandados, «Patria» de Fernando Aramburu o «Lejos del corazón», de Lorenzo Silva.

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