La futura playa de Madrid: chiringuitos, escuela de vela y toboganes gigantes

Alovera Beach, ubicado en el corredor del Henares, se convertirá en la laguna artificial más grande de Europa

Recreación del chiringuito de Alovera Beach ABC
Ignacio S. Calleja

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Parece utópico y suena a topicazo, pero Madrid ya imagina su playa . Aguas cristalinas, arena blanca y chiringuitos se ubicarán en el año 2020 a poco más de media hora en coche de la capital, en Alovera (Guadalajara). El proyecto Alovera Beach llevará a este municipio del corredor del Henares una laguna artificial de 25.000 metros cuadrados con zonas de baño y navegación, dotada con toboganes y espacio para actividades acuáticas durante todo el año. Con una inversión de 15,6 millones de euros , el promotor calcula que el plan, que lleva asociado un desarrollo urbanístico en la zona, creará hasta 350 puestos de trabajo.

El complejo, impulsado por el grupo Rayet y la compañía Crystal Lagoons -autor de lagunas similares en Sudamérica y Dubái-, nace con la pretensión de convertirse en la playa artificial más grande de Europa. Asentado sobre 104.000 metros cuadrados de suelo público, combinará las actividades típicas de ir a la playa, como tomar el sol y jugar al voley-playa, con otras más arriesgadas como las tirolinas y la escuela de vela. Además, tendrá una zona infantil con toboganes y, cómo no, un chiringuito con aires caribeños y capacidad para 1.000 personas.

Lo que parece inevitable es la asociación con proyectos faraónicos como Eurovegas o el macrocomplejo de ocio que se iba a levantar en Torres de la Alameda, también fracasado. Los promotores, sin embargo, insisten en que esta etiqueta no va con ellos y aseguraron que el plan no precisa de más permisos que los derivados de la apertura y la seguridad por el baño. De hecho, el Pleno del Ayuntamiento de Alovera lo aprobó el pasado 30 de octubre.

Una enorme laguna tampoco parece la mejor presentación en tiempos de sequía , pero según los promotores la «playa de Madrid» empleará un novedoso método de mantenimiento. El consumo de agua , dice Crystal Lagoons, será hasta treinta veces menos que en un campo de golf de las mismas dimensiones y bastará con llenarlo una vez; algo que, no obstante, no ha aplacado las críticas de colectivos ecologistas, que no alcanzan a entender cómo se plantea un proyecto de estas características con los pantanos al 20 por ciento de su capacidad en algunas regiones de España.

El uso del agua es la contraposición a las previsiones de los constructores y del Consistorio del municipio, que en boca de su alcaldesa, Purificación Tortuero , califica el complejo como un «sueño». Quimera o realidad, se sabrá en un plazo máximo de tres años, tramitación y edificación incluidos.

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