Ángel Antonio Herrera - Cartas a la alcaldesa

La farola

El peatonaje va casi a ciegas, en cuanto cierran los locales de la zona, que son los que dan algo de luz al sitio

Farolas encendidas en el paseo de la Castellana MATÍAS NIETO
Ángel Antonio Herrera

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No hace mucho, dábamos la alerta de las farolas que se quedan encendidas por ahí, hasta mediodía o más, como lámparas de la ciudad que sobreviven a la noche, previo pago de su importe, obviamente, un pago que resolvemos entre todos. De eso hablábamos aquí hace poco, alcaldesa, pero resulta que la noticia tiene también su noticia contraria, que es la farola que rinde poco o nada, durante la oscuridad, que es cuando toca. Y a esto íbamos.

Nos advierten varios vecinos de la calle Gaztambide que la calle se queda a oscuras, o casi, cuando llega la noche. La farola, o las farolas, en esa calle, resultan tísicas de intensidad , con lo que el peatonaje va casi a ciegas, en cuanto cierran los locales de la zona, que son los que dan algo de luz al sitio. «Si pagamos impuestos, lo normal es que tengamos luz», nos cuenta un vecino, entre el hastío y la desesperación. No es el único. Y parece, además, que este asunto de la farola inútil no es sólo un desencanto de Chamberí, sino que también la penumbra sucede en rachas de Puente de Vallecas, o en Parque Lineal, ahí en riberas del Manzanares. No es que falten farolas, sino que las farolas tienen poca fuerza, o bien quedan secuestradas por la arboleda correspondiente, o ambas cosas.

Es un derroche de precariedad , esto de la farola que no funciona, alcaldesa, y yo supongo que hay un mapa de farolas de Madrid, igual que lo habrá de árboles, para que el vecindario pueda darse un paseo no a oscuras, cuando el día se retira. Conviene ponerle las pilas a ese mapa. Resulta que hay vecinos que tienen miedo, por la visibilidad nula, y hay quien tiene miedo y también cabreo, porque paga por un alumbrado que no alumbra. Ayer mismo trasnoché yo mismo por un costado del Retiro, donde la Puerta de Mariano de Cavia, y la zona era un desfiladero inquietante de penumbra espesa. Hay luces, sí, pero con más decaimiento de candil que eficacias de farola propiamente dicha.

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