La farmacia de Madrid que hace frente a los grandes laboratorios de medicamentos
La botica de la Paloma sigue formulando medicamentos para particulares y otros establecimientos
Cuentan que durante la Guerra Civil se guardó en esta farmacia el cuadro de la Virgen de la Paloma para evitar que se deteriorase y de ahí viene su nombre, Farmacia de la Paloma, a pesar de estar ubicada en la calle Toledo número 46. También puede que se deba su nombre a que pasa por allí la procesión de la patrona. Son dos de las historias populares que se escuchan de esta farmacia. Lo cierto es que data de 1985 y se cree que su primer farmacéutico fue José Serra y Roca . Posteriormente pasó a Julio Costales y al fallecer, su mujer y su hermana tuvieron que deshacerse del negocio al no ser ninguna de ellas farmacéuticas. Fue entonces cuando surgió la oportunidad a Rosa María Begoña Gómez Puyuelo de compar la farmacia, en el año 1992. «Fue amor a primera vista , mis padres son amantes de las antiguedades y les encantó el espacio», explica a ABC María García Gómez , quien sucedió a su madre como titular cuando ésta falleció. Su padre, médico, no se ha dedicado a este negocio, y ella desde pequeña tuvo claro que quería seguir los pasos de su progenitora.
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En esta zona próxima a la Plaza Mayor había por entonces muchas farmacias, al igual que ahora. « Mi madre quiso diferenciarse del resto y optó por ofrecer un amplio servicio con un horario de 24 horas », cuenta María. Además del horario han sido siempre muy conocidos por la formulación de medicamentos , un servicio que mantienen en el moderno laboratorio que han creado. «Es la esencia de esta farmacia , lo que realmente nos diferencia, y formulamos para clientes y para otras farmacias porque es cada vez menos frecuente encontrar lugares donde se realice este servicio», aclara la farmacéutica. A día de hoy hay médicos que siguen formulando porque hay productos que no se comercializan . Entre las fórmulas más solicitadas, el minoxidil al 2%, para evitar la caída del cabello, agua de rosas con glicerina o sulfato de cobre o de cinc para curar herpes. «A la gente le da una alegría enorme encontrar dónde hacer las cremas o productos, algunos vienen de muy lejos», asegura María. En los mejores años del negocio llegaron a trabajar 14 personas para abrir todo el día. Ahora son cinco y se a bre durante 13 horas todos los días del año. «Hace seis años, en tiempos de crisis, dejamos de abrir las 24 horas», añade la farmacéutica.
Entre los atractivos de este local está el pequeño museo que han creado en la rebotica en el que se conservan los principios activos de las fórmulas magistrales, utensilios como encapsuladores, un antiguo botiquín del siglo XVII y albarelos. Llama la atención la antigua máquina registradora que hasta hace poco funcionaba pero que forzaron durante un robo y estroperon su cierre. En los muebles se pueden ver también frascos de veneno, píldoras de opio, jeringuillas de cristal y moldes para supositorios. También han empezado a coleccionar medicamentos que han dejado de estar en el mercado. En este espacio se grabó un episodio del Cuarto Milenio, dedicado a los sacaúntos.
Escaparates llamativos
A Rosa María le gustaba mucho decorar los escaparates y utilizaba todas estas reliquias de la rebotica y unas curiosas cabezas muy cobiciadas que se utilizaban en el mundo de la publicidad. «Mantenemos la tradición de los escaparates, los cuidamos mucho y a las personas les gusta ver artículos antiguos», explica María. Entre los más famosos están los navideños, con muchos ángeles, pero en cualquier momento del año se pueden apreciar escaparates muy cuidados con objetos llamativos.
Tienen clientes de toda la vida pero también muchos de paso por la zona en la que se encuentran. Y cada vez más extranjeros. Los días de semana son las jornadas más fuertes al ser un área que está muy de moda. Por eso es normal que pasen por la farmacia actores y muchos rostros conocidos de la pequeña y grande pantalla. Dionisia Martín, una de las farmacéuticas que trabajan con María y que comenzó con su madre, recuerda que día que apareció Benito del Castillo , el ahora decano honorario de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, a quien en un primer momento no reconoció. Acompañado por una persona, a quien quería mostrar esta farmacia, preguntó a Dionisia. “¿No sabe quién soy? ¿No le dí a usted clase?”.
Entre los servicios que ofrecen está el de la toma de la tensión , que es gratuito, o el de perforación de oreja. Tienen a disposición de los clientes muchos productos homeopáticos , muchos de ellos por encargo. «Creció mucho la demanda de estos medicamentos hace unos seis años, fue un boom. Son más caros pero tienen un público muy fiel», explica la farmacéutica.
Son muchas anécdotas y recuerdos que guardan del día a día del funcionamiento de esta farmacia, muy querida por los madrileños . En el banco que hay en el interior muchas personas se sientan y pasan largos ratos buscando la compañía y los consejos del equipo de profesionales que aquí trabajan.
