Expectación y quejas por la demolición de la vieja sede del BBVA: «Vivimos en una nube de polvo»

El inmueble, cuya obra genera una gran nube de polvo, será en dos años un exclusivo bloque de viviendas

Vista general del derribo de la antigua sede del BBVA, en la calle de Clara del Rey, 26 (Chamartín) FOTOS: JOSÉ RAMÓN LADRA Vídeo: Así está siendo la demolición del edificio de BBVA en el barrio de Prosperidad
Ignacio S. Calleja

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Todo el barrio de Prosperidad está pendiente de la demolición del antiguo centro operativo del BBVA, un enorme edificio de siete plantas que da a las calles del Corazón de María, Clara del Rey y Cardenal Silíceo . Mientras que los viandantes se paran a fotografiar la mastodóntica obra, cuya apariencia recuerda los esqueletos de ciudades en guerra, los vecinos de la zona viven en una nube de polvo constante . El derribo no acabará hasta dentro de dos meses, momento en el que comenzará la construcción de un exclusivo bloque de viviendas.

«Es impresionante», reconoce un hombre que pasea a su perro mientras observa cómo dos grúas gigantescas hacen caer una parte del inmueble, ubicado entre el hotel Puerta de América y la sede de IBM, cuya apariencia original es ya parte del pasado. «¿No utilizan dinamita, no?», apunta otro, sorprendido. No es una novedad: todo el que pasa por cualquiera de las calles colindantes se detiene y gira el cuello para contemplar la demolición . No es habitual ver en pleno centro de la capital el chasis de un edificio de esta dimensión, cuya superficie edificable supera los 22.000 metros cuadrados. La obra comenzó el pasado mes de diciembre y, desde entonces, es un problema diario para los vecinos de las fincas contiguas.

La comunidad de vecinos de Corazón de María, 15 -solo un número más que el antiguo edificio de oficinas-, denuncia que el «castigo» es continuo . «No nos quejamos del ruido de la obra, que si tiene permiso no tenemos nada que decir; pero sí de la nube de polvo que se forma y de que no se haga nada», relata Mariano, residente del inmueble. «Es una falta de empatía total, están más preocupados de que no le caiga ningún cascote a los coches de la calle que de nosotros», añade. No obstante, los operarios utilizan agua para mitigar el polvo, aunque solo en las plantas inferiores.

Detalle del trabajo de las dos grúas que se encargan de tirar el inmueble, donde se levantarán cien viviendas

Un edificio con historia

La obra, que ha generado un gran perímetro de seguridad alrededor del espacio, ha obligado a cortar un carril de circulación en Corazón de María, empleado provisionalmente para los peatones. Desde la comunidad sostienen que enviaron un escrito al Ayuntamiento de Madrid exponiendo su malestar, pero no tuvieron respuesta. «Esto también es contaminación», dice Mariano con cierta ironía, en clara alusión al protocolo antipolución.

De una forma u otra, el edificio ha tenido cierta relevancia en la vida de este barrio del distrito de Chamartín. Siempre asociado al BBVA , en noviembre de 2001 sufrió importantes daños después de que ETA explosionara un coche bomba . Sin víctimas mortales, el inmueble fue uno de los más afectados, con importantes desperfectos en cristales, toldos y persianas.

Su futuro está alejado del uso de oficinas que tuvo en origen, después de que el banco lo vendiera al fondo americano HMC por 34 millones de euros hace un año. Si no fallan las previsiones, en 2019 albergará un exclusivo bloque de viviendas de una promoción con aires de estrella del fútbol: CR26 (siglas de Clara del Rey, 26).

En primavera comenzará con la construcción de cien pisos -de uno a cuatro dormitorios-, cuyo coste de salida por metro cuadrado está en 4.000 euros . Fuentes de la compañía indicaron que ya está vendido el 60%.

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