El edificio de Vallecas se demolerá parcialmente por «daños irreparables» en los forjados

Control de Edificación comprueba que la explosión destruyó la estructura de las dos últimas plantas

Bomberos trabajando en la planta siniestrada, el viernes ISABEL PERMUY

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Las 82 familias que han tenido que abandonar sus hogares tras la explosión que el viernes se produjo por un escape de gas en la planta 13 del edificio de la avenida de Pablo Neruda, 17 van a ver dilatado el tiempo de regreso a sus casas. Los técnicos de Control de Edificación del Ayuntamiento desplazados desde el viernes al epicentro de la detonación y el resto de inmuebles afectados han determinado que hay que demoler de forma parcial el bloque . «La explosión fue tan fuerte que ha afectado de forma irreparable a parte de la estructura de la última planta», informaron ayer desde el Área de Desarrollo Urbano Sostenible . La planta 13 es irrecuperable y todavía tienen que analizar si la 12 se puede mantener. Tanto la estructura como los forjados de las dos últimas plantas están deshechos. «Si hubiese sido en la baja en lugar de en el último piso, habría que tirarlo por completo», especificaron técnicos de la Corporación.

El viernes, día del siniestro, el jefe de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Rafael Ferrándiz , ya indicaba que se habían visto perjudicados pilares y vigas . «Si estos pilares rompen puede producirse un colapso del techo superior y sobrecargar el resto del edificio, desalojado completamente, al igual que el resto de edificios que puedan tener una afectación», divulgó ante los micrófonos de los medios de comunicación.

El informe definitivo de la actuación se demorará más de lo esperado porque la explosión fue arrasadora. Después de que los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid apuntalaran las zonas más peligrosas, los técnicos de Control de Edificación entraron con precaución para colocar testigos y medir si el inmueble se mueve . Las marcas pegadas a las paredes descubren pasadas 24-48 horas qué partes tienen riesgo de derrumbe.

Información a los residentes

La delegada del área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras , informó ayer a este periódico de que todavía no se sabe cuándo podrán volver a sus domicilios las familias damnificadas. «Todos están realojados y a la espera de lo que nos digan los técnicos». La primera teniente de alcalde señaló que no se conoce el alcance de la demolición, ni la parte de la infraestructura que se derruirá ni las viviendas a las que afectará. «Yo espero que tan sólo haya que tirar el último piso y que todos los demás vecinos puedan regresar cuanto antes a sus casas, pero hay que esperar a los informes técnicos», declaró la responsable municipal. El lunes a las 19 horas en la Junta de Distrito de Puente de Vallecas se darán los últimos datos a los residentes de Pablo Neruda, 17.

Un total de 82 familias durmieron en la madrugada del sábado fuera de sus casas a consecuencia del suceso. La mayoría se desplazaron a residencias de amigos y familiares. Sólo dos precisaron de los servicios de emergencia del Ayuntamiento. 78 de los desalojados pertenecen al edificio en el que la planta 13 saltó por los aires; otras tres viven en una segunda finca y otra familia, en un tercer inmueble.

Noche en vela

El viernes, a última hora de la tarde, algunos de ellos pudieron entrar a sus pisos, acompañados por los bomberos y la Policía Municipal, para recoger sus enseres personales de primera necesidad alumbrados por una linterna de los agentes. Delfina Ruiz fue una de ellos. Ella vive junto a su marido en el tercer piso de la torre de la explosión. Ayer revelaba que no había dormido nada en toda la noche. «Estamos con una incertidumbre tremenda. Se barajan tantas hipótesis que estamos en constante tensión. La familia trata de tranquilizarnos diciendo que no ha habido daños humanos, pero toda nuestra vida está en esas casas», confesaba a ABC con la voz apagada.

Esta moradora se sentía afortunada por, al menos, tener una segunda residencia donde pasar estos angustiosos días. «Ha sido un milagro. Los ascensores estaban retorcidos y no cogió a nadie. Pero sobre todo es asombroso que no ocurriera nada a la inquilina donde se produjo la explosión», apuntaba. De ella, una de las 17 heridas , se dice que es una persona mayor que podría tener alzheimer.

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