El dueño de un pub encierra a 39 menores en el sótano con candado

La Policía Municipal rescató la madrugada de ayer a un total de 39 menores de edad del sótano de un bar de copas de Carabanchel, donde celebraban una fiesta de cumpleaños. El dueño del local les había impedido salir a la calle hasta el amanecer, para que los agentes no se percataran del ilícito negocio. Además de seis faltas administrativas, está imputado por un presunto delito de detención ilegal.

Fuentes de la investigación indicaron a ABC que sobre la una y media de la madrugada recibieron la llamada de unos vecinos de la calle de las Hermanas Alonso Barceló (Carabanchel), cerca del Palacio de Vistalegre. Del número 1, donde se encuentra el local Disco Imperio Latino, salía un estruendo de música que les impedía conciliar el sueño.

Agentes de la Unidad Integral del Distrito se desplazaron hasta el lugar y no podían creer lo que veían: detrás de la barra había una puerta cerrada con un candado y con un cartel donde se leía «Privado».

Al abrirla y tras bajar unas escaleras, encontraron en el sótano a 42 jóvenes; 39 de ellos eran menores de edad, de entre 16 y 17 años. La mayoría, vecinos de la capital, y algunos de la periferia. Había una humareda extraordinaria. Estaban fumando y bebiendo alcohol. Los agentes procedieron a identificar a los adolescentes y a sacarlos de aquella ratonera, de apenas cien metros cuadrados. Carecía de ventanas y de cualquier tipo de sistema de ventilación. Si se hubiera producido cualquier altercado, el asunto podría haber terminado en tragedia, resaltaron a ABC fuentes policiales.

Los agentes hablaron con los chavales, que narraron que había contactado con la propiedad del bar a través de una página de internet. El almacén se ofrecía como un lugar para celebrar fiestas. A cambio de 10 euros por persona, podrían estar allí toda la noche, traer su propio alcohol y fumar. Eso sí, no podrían salir en toda la noche, hasta las seis de la mañana, para evitar que la Policía se enterara de lo que allí estaba ocurriendo. Una chica, la organizadora del cumpleaños, era la que había negociado con el dueño, vía WhatssApp.

Posible clausura

Los policías municipales filiaron al encargado; el propietario no se encontraba en el negocio, pero está identificado. Se le acusa de tres faltas administrativas graves y otras tres muy graves, que han sido trasladadas a la Junta de Carabanchel, además de un supuesto delito de detención ilegal. El atestado ha sido trasladado a la comisaría del distrito de la Policía Nacional, para que lo instruya.

El Ayuntamiento deberá decidir si decreta la clausura del establecimiento, que sí cuenta con licencia de bar especial.