MAYA BALANYA

Los ciudadanos ante la alta contaminación: «Siempre nos pilla el toro y así nos va»

La gente apuesta por medidas a largo plazo: el cierre del centro, «parkings» disuasorios o más transporte público

Madrid Actualizado: Guardar
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Tarde, mal e insuficientes. Así vieron los ciudadanos consultados ayer por ABC las medidas de restricción del tráfico impuestas por el Ayuntamiento de Madrid ante los episodios de alta contaminación. Y la situación empeorará de no descender los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) por debajo de los 180 microgramos.«Los políticos siempre van parcheando y así nos va», explicaba Fernando en la calle de Ibiza. De la misma opinión era José, en Narváez. «Tenían que haber empezado a tomar medias hace décadas y ahora toca "improvisar"». «Ya es tarde para prevenir», apostillaba Fernando.

El descenso de la velocidad en la M-30 o la prohibición de aparcar en la zona SER o limitar el acceso al centro por matrículas «no resuelve nada si después todo sigue igual», explicaba Miguel, taxista de profesión.

«Las acciones deben continuar y todos tenemos que poner de nuestra parte; lo contrario será pan para hoy y hambre para mañana», precisaba una pareja de jubilados en Colón.

«Toca ser drástico, ahora es tarde para prevenir»

Diego abogaba por prohibir la circulación en el centro, al igual que otros. «Para ello hay que dar alternativas; ahora, la mayoría, pasan por el coche, salvo los que lo usan hasta para ir a comprar el pan», indicaba Flora, partidaria de tomar decisiones drásticas en Colón. José Antonio recalcó mientras repartía mercancía que el transporte público debe mejorarse y ser más eficaz. Lo mismo decía Juan Carlos, representante de charcutería.«La almendra central está bien comunicada pero el extrarradio con el Centro, no. Necesitamos otra línea Circular de metro. Vivo en el PAU de Vallecas y tardo más de una hora en ir a Manuel Becerra o a Getafe, cuando en coche no llego a 15 minutos».

Tres empleados comentaban en la calle de Alcalá que los aparcamientos disuasorios son otra solución. «Gratuitos o con un precio simbólico para quien necesite el vehículo como herramienta de trabajo», explicaba Juan, que se dedica a hacer reformas.

Hay quien no sabía que no se podía aparcar en la zona SER y otros que se hicieron los locos, pese a la multa de rigor. «Yo no oigo las noticias, solo música», decía Jaime. Su novia se quejaba de que lo decían siempre muy tarde y ella madruga, por lo que no se entera.

«El tráfico no es lo que más contamina y se deberían tomar medidas globales», decía María. Ángel concluyó: «Somos hijos del rigor y tenemos que cumplir las normas como pasó con el carné por puntos. Mejor hacer algo aunque no sea del gusto de todos que nada».

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