Carmena aumenta la recaudación por multas de tráfico y anuncia un nuevo radar

El Ayuntamiento de Madrid sancionó con 280 millones de euros durante 2016. Interpuso 2,7 millones de denuncias. La tendencia en 2017 va en aumento

Paseo de Extremadura, a la altura del Batán ABC
Tatiana G. Rivas

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El número de sanciones de tráfico a los madrileños continúa creciendo imparable desde que Ahora Madrid aterrizó en el Palacio de Cibeles. La política de movilidad del partido de Manuela Carmena sumó a las arcas municipales casi 280 millones de euros en multas durante todo 2016, procedentes de los 2,7 millones de expedientes sancionadores que interpuso.En resumen, un 28% más respecto al año anterior y un 35% más de valor de recaudación. La tendencia continuaba en ascenso el primer semestre de este año, según datos de Automovilistas Europeos.

Bajo este paraguas, el Ayuntamiento de Madrid anunció el miércoles que se incorporará «muy pronto» un radar de tramo en el paseo de Extremadura , a la altura del barrio del Batán, con el fin de reducir la velocidad.El delegado Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), José Manuel Calvo , dio la noticia en la comisión mensual del ramo. «Estamos analizado distintas alternativas para mejorar el paseo de Extremadura intentando compatibilizar las necesidades de comunicación metropolitana con la movilidad local y la calidad de vida de los vecinos que viven en el entorno». Este nuevo radar es la primera medida que llega, argumentan, para reducir el impacto acústico del tráfico para los vecinos y, a su vez, reducir el flujo de vehículos hacia la capital.

El nuevo dispositivo se ajustará progresivamente a la velocidad de 50 kilómetros por hora a la que pretende limitarse esta carretera en el tramo de tres kilómetros que discurre entre el túnel de avenida de los Poblados y el de la avenida de Portugal. Inicialmente comenzaría a funcionar con los 70 km/h establecidos hasta ahora y luego se calibraría a 50. El año que viene entrará en funcionamiento.

Más restricciones

125.000 vehículos pasan a diario por esta zona de la A-5. Después del radar se prevé la inclusión de señales verticales para limitar la velocidad y también la incorporación de pasos de cebra y semáforos. De forma paralela, se reducirá el ancho de los carriles al ampliar las aceras para que el transeúnte tenga más protagonismo. Se mantendrá el carril-bus en toda su longitud y se estudiará la conveniencia de implantar una vía reversible a lo largo del tramo.

El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó en mayo de 2016 esta iniciativa impulsada por el grupo municipal socialista (9 concejales), con los votos a favor de Ahora Madrid (20), la abstención de Ciudadanos (7) y la oposición del PP (21).

El radar de tramo de la A-5 sería el segundo en implantarse en la capital. El primero que se colocó en vía urbana, incluso de todo el territorio español, fu el que abarca un kilómetro en la avenida de Córdoba, entre la glorieta de Cádiz y el enlace con la calle Tolosa Latur. Comenzó a funcionar en junio de 2016 y, según valoró ayer el Área de Sabanés –que no aportó ningún dato sobre el radar del paseo de Extremadura– su balance es «positivo». «De 16 accidentes en 2015 se pasó a 6 en 2016 y 3 en 2017 hasta julio».

Además, señalaron fuentes oficiales, «ha disminuido claramente la velocidad en el tramo» y «supone solo el 1,35% del total de las denuncias por exceso de velocidad impuestas».

«Aumentar la recaudación»

Desde Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ofrecen una versión muy diferente sobre el radar de tramo de la avenida de Córdoba, que hasta junio de este año puso 26 multas diarias. Detallan que dicho dispositivo generó 295.000 denuncias, «el problema es que solo han formulado el 1,30%». «El radar de tramo en este punto, como ocurrirá en el del paseo de Extremadura, es ineficaz y no está justificado porque está plagado de semáforos; lo que provoca que aumente la velocidad es el intento del conductor de no coger en rojo el siguiente», afirma el director de AEA, Mario Arnaldo . Respecto al tema de accidentes, señala, se producen porque entre un paso de peatones y el siguiente hay muchos metros y los viandantes atraviesan por zona no señalizada.

«El Ayuntamiento de Madrid, con la bandera de la seguridad vial, está utilizando los radares no con una finalidad de evitar situaciones de riesgo, sino lisa y llanamente por aumentar la recaudación. Uno de cada dos madrileños está afectado por una multa», reprocha Arnaldo.

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