Carmena, antes de ser alcaldesa: «Los escraches son un regalo»

Con su acostumbrado tono calmado, el 13 de abril de 2015 (es decir, dos meses antes de ser investida alcaldesa de Madrid), Manuela Carmena defendía los escraches con estas palabras: «Son manifestaciones de la libertad de expresión y, por tanto, lícitos». La exjuez, además, añadía sobre el asunto: «Todo lo que sea manifestar la protesta en contra de las actitudes que puedan tener determinadas personas que tienen responsabilidad pública es una ejercicio muy importante de nuestra libertad de expresión, y hay que asumirlo. Tenemos que tener costumbre las personas que hemos sido o vamos a ser autoridades que, cuando te critican, escuece; pero hay que entender que esa crítica es un regalo de la ciudadanía, que te dice qué has hecho mal y que te pide que reflexiones.

Y es un regalo en esta democracia que permite que tengamos libertad de expresión».

Quizá por este apoyo explícito a los escraches no se ha producido una respuesta oficial desde la alcaldía a la actitud airada del concejal de Seguridad y uno de los hombres más cercanos a Carmena, Javier Barbero. Fue él mismo quien dio una rueda de prensa en solitario para criticar la protesta de un grupo de policías en su contra. Pero ni un comunicado ni una declaración institucional por parte del Consistorio. A diferencia de otras polémicas, que no han sido precisamente pocas, el Gobierno de Carmena guarda silencio. Probablemente hoy, el concejal Nacho Murgui, otro experto en organizar escraches al PP, se tendrá que pronunciar al respecto durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, a preguntas de los periodistas.

Curiosamente, el PSOE, que apoyó la investidura de Manuela Carmena, sí que criticó la actitud de los manifestantes. La portavoz municipal de este partido, Purificación Causapié, dijo ayer: «Siempre es grave venga de donde venga, pero también nos preocupa que hayan sido personas que están para proteger a los madrileños, sin querer acusar por supuesto a la Policía Local, que creo que en su inmensa mayoría siempre hace una gran labor en Madrid».

El que no podía faltar en su respaldo a Barbero fue Pablo Iglesias. El secretario general de Podemos echó mano de su alambicada retórica: «Creo que hay que distinguir los ejercicios de libertad de expresión y la ‘accountability’, que es un término que utilizan los anglosajones para referirse a la rendición de cuentas a la que estamos obligados todos los políticos. Y eso está muy bien. Otra cosa es que haya situaciones que puedan afectar a la integridad física de alguien. Para eso, evidentemente, está el Derecho».