Un camarero sirve, ayer, un café a un cliente en el Comercial
Un camarero sirve, ayer, un café a un cliente en el Comercial - INMA FLORES

El Café Comercial admite que ha abierto sin tener la licencia en regla

El Ayuntamiento de Madrid confía en regularizar la situación cuanto antes y si no, abrirá expediente

Madrid Actualizado: Guardar
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Por sorpresa y para alegría de muchos madrileños, pero sin los papeles en regla. Así ha reabierto el Café Comercial, uno de los establecimientos más emblemáticos de Madrid que, ahora, apuesta por un nuevo concepto con servicio de restaurante incluido y que ya ha entrado en funcionamiento. El único problema de todo esto es que, por el momento, no tiene la licencia de café restaurante correspondiente. «Está todo en trámite», confirmó una portavoz del nuevo Comercial, que justificó la operación al señalar que «el Ayuntamiento está agilizando» los procesos para obtener los permisos oportunos.

La irregularidad se debe a que, en un primer momento, los responsables del Café Comercial, el grupo El Escondite, solicitaron retomar la licencia de cafetería del anterior propietario.

El Ayuntamiento no lo autorizó porque pretendían introducir el restaurante que ya está en funcionamiento. Entonces, el Consistorio les solicitó que resolvieran la documentación y, por ahora, según indicaron fuentes municipales, no la han entregado.

Una vez que presenten todo, tendrán que tener el visto bueno de la Comisión de Patrimonio, ya que el local tiene elementos protegidos. Las mismas fuentes explicaron a este diario que todo este proceso se podría alargar hasta «tres o cuatro meses» en los que, si se sirve alguna comida, no se haría con arreglo a la normativa vigente. «En teoría no se puede cerrar», pronostica la portavoz de los nuevos propietarios.

Uno de ellos, Caleb Soler, declinó amablemente hacer cualquier declaración a este medio, delegando la responsabilidad en los miembros del equipo designados a tal efecto en la jornada inaugural del local: el chef y el diseñador de un nuevo espacio en el que ayer, día de la inauguración oficial, se sucedieron los abrazos y las felicitaciones de los antiguos clientes, también a los socios.

Quizá no estén demasiado preocupados, puesto que las noticias que llegan desde Cibeles donde, efectivamente, reiteran su «máxima voluntad y disposición para ayudarles a regularizarlo, pero siempre en perfecta sintonía con la ordenanza», dicen, al igual que con el resto de locales de la ciudad.

Permisividad

El Ayuntamiento confía en que se «regularicen todos los trámites cuanto antes» ya que, de lo contrario, se vería en la obligación de abrir un expediente al establecimiento. Esta medida, a tenor de los comentarios de los clientes que ayer visitaron el nuevo espacio, no sería muy popular. De ahí la encrucijada en la que ahora está Carmena.

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