Un baile de máscaras y un vídeo en 360 grados para abrir el IV centenario de la Plaza Mayor

La Plaza Mayor por fin avista la celebración de su efeméride. La comisión encargada del IV Centenario del emblemático espacio dio ayer luz verde a la programación, que se desarrollará a partir del próximo 17 de febrero. Uno de los ejes fundamentales del calendario preparado, más allá de recuperar su importancia como símbolo del viejo Madrid, remite a su papel protagonista en el Carnaval; la plaza albergará un gran baile de máscaras, señalado como uno de los ejes de la fiesta en la ciudad.

El Ayuntamiento presentará oficialmente la programación en los próximos días, sin decidir aún si será esta semana o la siguiente. La batería de actividades planeadas son el resultado de un proceso de debate con todos los grupos municipales y el resto de agentes implicados.

Desde el Consistorio quieren aprovechar la inercia del centenario para situar a la plaza como uno de los ejes de las carnestolendas, que comenzarán el 24 de este mes.

Fuentes de la comisión detallaron a ABC que la gran apuesta en ese sentido es el gran baile de máscaras que se celebrará el 25 de febrero entre las 20 y las 22.30 horas. Se instalará un escenario para la puesta en escena de dos cantantes y cuatro parejas de bailarines, que interpretarán temas clásicos de baile de salón, swing, tango, twist o pasodoble y rock. Con posibilidad de que participen los asistentes, se proyectará un vídeo que relaciona la historia de la plaza y el carnaval.

Una banda con 25 músicos

La banda para el espectáculo será la Walter Sax Big Band. Fundada en 2009 por Walter Geromet está compuesta por 25 músicos: el director, una sección de viento con trece saxos (2 sopranos, 4 altos, 5 tenores y 2 barítonos); una sección rítmica con bajo, guitarra, batería y percusión y cinco cantantes. La parte visual será tarea de la artista belga Eponine Franckx.

La recuperación de este baile, no obstante, no será el inicio. El primer gran acto será en diez días, con la proyección de un vídeo en 360 grados sobre las cuatro fachadas de la plaza. Un «mapping» que se desarrollará durante los días 17, 18 y 19 de este mes, desde las 20.30 horas y durante 12 minutos. Dirigido por Óscar Testón e inédito en España, cuenta con una tecnología puntera que dotará al espectador de una sensación inmersiva.

El relato del vídeo, que tiene como prueba piloto la exhibición que se hizo en el encendido de luces de Navidad, aunque a menor escala, se centra en la historia de la Plaza Mayor. Sobre una superficie de 5.750 metros cuadrados, hasta veinte proyectores y ocho torres de sonido narrarán las vidas de la plaza. La laguna que fue en el siglo XV; el posterior Mercado del Arrabal; su nacimiento, bajo reinado de Felipe III; la beatificación de San Isidro; los incendios que la arrasaron; los autos de fe, las ejecuciones que acogió...

La programación, avanza el Consistorio, se sustenta en tres grandes líneas: la producción municipal, la desarrollada por otras instituciones, y las de carácter privado que pasarán por la comisión. Este vídeo en 360 grados dará paso a un año de eventos, si bien muchos no están confirmados. No obstante, la Asociación de Amigos del IV Centenario de la Plaza Mayor insiste en prolongar el calendario más allá de las fechas del aniversario.

Su historia, en un clic

La programación sobre el centenario contará con un apoyo para comprender el contexto de las actividades. El Ayuntamiento ha creado una web que aglutina en un solo espacio toda la historia de la plaza. Se espera que esté operativa una vez se presente oficialmente el calendario de la celebración, que será inminente.

El desarrollo de la página, de la que aún se desconoce la url, ha sido tarea de la dirección general de Patrimonio. Fuentes municipales sostienen que ha sido un trabajo «ciudadoso y enorme». Esta iniciativa, paralela a la propia programación, también acogerá las fechas de los eventos previstos durante todo el año que dura la efeméride. La web sintetiza cuatrocientos años en apenas un clic, dividida en ocho grandes secciones temáticas.

Si bien la plaza está considerada como uno de los grandes atractivos turísticos de la capital, así como un símbolo del viejo Madrid, no todos los madrileños conocen su historia. Inaugurada en 1619, el terreno sobre el que hoy se asienta fue un arrabal. Fue Felipe III quien ordenó a Juan Gómez de Mora, dos años antes, que pusiera fin al proyecto iniciado por su padre, Felipe II, con encargo a Juan de Herrera. Estos apuntes centrarán el contenido de la página, igual que las historias que esconden sus 114 arcos.

Las áreas previstas por Patrimonio atienden en primer lugar a las tarascas, que eran una suerte de procesiones con seres mitológicos durante el Corpus Christi en Madrid. También a los ajusticiamientos que acogió, especialmente en tiempos de la Santa Inquisición. Acaso más conocido, narra los tres incendios que padeció (en 1631, 1672 y 1790), junto a las fiestas religiosas, presentes en la actualidad, y los juegos de cañas y mascaradas en Carnaval, precisamente como la festividad que el Gobierno de Manuela Carmena recuperará este año. Cierran los episodios de la plaza más castiza de la capital las coronaciones y las espléndidas corridas de toros que albergó hasta 1970. El Madrid goyesco concentrará la atención en ese sentido.

La web, no obstante, no será únicamente de carácter histórico. En su ánimo por informar sobre la agenda del centenario, dará cuenta de otra de las novedades incluidas en el calendario: un ciclo de conferencias que se desarrollará durante el próximo mes de julio.

Fuentes cercanas a la comisión avanzaron a este periódico que se prevé un evento bautizado como TEDxMadrid, una serie de conferencias a cargo de intelectuales y expertos en la materia con debates sobre tecnología, ciencia, historia o cultura, entre otros. Esta cita, que se desarrollará con entidades privadas, será de libre acceso y, en principio, gratuita.

Un centenar de árboles

Como publicó ABC, entre las mejoras de la plaza por su centenario se encuentra la instalación de un centenar de maceteros con árboles de tamaño medio, que devolverán al espacio parte de la apariencia ajardinada que tuvo hasta mediados del siglo XX. Los ejemplares, cuya ubicación y mantenimiento será costeado por las asociaciones implicadas en la celebración, se situarán junto a las pilastras de granito que sostienen los singulares soportales del espacio, colocados en todo el perímetro de forma intermitente.