La Transición Española
La «inocentada» con la que Suárez eliminó la festividad franquista del 18 de julio
Franco la había instaurado en plena Guerra Civil, para recordar el «Alzamiento» y como «Fiesta de exaltación del trabajo»
Durante cuarenta años, el régimen franquista mantuvo el 18 de julio como día de fiesta nacional , en recuerdo de la fecha en la que se produjo la rebelión con la que comenzó la Guerra Civil. Y justo ahora se cumplen también cuarenta años desde que dejó de serlo, desde que el Gobierno de Adolfo Suárez borró el 18 de julio de la lista de festivos. Curiosamente, el decreto que certificó la defunción de esa festividad fue publicado el Día de los Inocentes de 1977 .
En sentido estricto, 1976 fue el último año en el que todavía se celebró ese día como fiesta nacional con la denominación y el sentido que le había dado Franco. En 1977, el 18 de julio dejó de ser formalmente la «Fiesta del Alzamiento», aunque el Gobierno de Suárez todavía mantuvo ese día como no laborable, al haberlo declarado «inhábil a todos los efectos». Fue la antesala de la supresión definitiva que se produjo en 1978 , año en que el 18 de julio cayó en martes y fue un día de trabajo como otro cualquiera.
Una de las tareas que tuvo que afrontar la Transición fue la de reformar el calendario de festividades que habían regido durante la dictadura franquista y que respondían a los intereses de aquel régimen. Y una de las principales piezas a desmontar era la festividad del 18 de julio, tarea que llevó a cabo el Gobierno de Suárez de acuerdo con el Rey.
La festividad del 18 de julio había sido implantada por Franco con un decreto que firmó en Salamanca el 15 de julio de 1937 . Su artículo primero declaraba «día de Fiesta Nacional el dieciocho de julio, fecha en que España se alzó unánimemente en defensa de su fe, contra la tiranía comunista y contra la encubierta desmembración de su solar» (sic). En el preámbulo de ese mismo decreto se justificó la instauración de esa festividad para rendir «homenaje a cuantos en ese despertar imperial escribieron con su sangre la ejecutoria de una nueva era».
Al año siguiente, el 9 de marzo de 1938, Franco firmaba en Burgos el Fuero del Trabajo, en el que la festividad del 18 de julio aparecía reforzada : no solo para conmemorar la «iniciación del Glorioso Alzamiento» sino también como «Fiesta de Exaltación del Trabajo» .
La supresión de esa festividad franquista fue ejecutada a través de varios decretos firmados por el Gobierno de Suárez en 1977. Fue el caso del rubricado, el 11 de julio de ese año, por el entonces ministro de la Presidencia, José Manuel Otero Novas ; y el firmado el 21 de diciembre de aquel mismo año por Manuel Jiménez de Parga como ministro de Trabajo, y en el que se estableció el calendario de fiestas laborales para 1978. Este decreto fue publicado en el BOE el Día de los Santos Inocentes de 1977.
