Los signos de la despoblación

Veintiséis concellos arrastran toda una década sin obra residencial

Otro medio centenar de ayuntamientos en la Comunidad no supera la decena de nuevas viviendas levantadas en los últimos diez años

Carteles de seguridad en una obra de viviendas MIGUEL MUÑIZ

R. Lizcano

En el municipio lucense de Baleira, de poco más de 1.200 habitantes, la construcción de una vivienda unifamiliar rompía en 2017 con once años consecutivos de absoluta sequía de nueva obra residencial . Sin salir de la provincia, en Cervantes, se levantaban en 2010 las dos últimas viviendas recogidas en la serie estadística para el municipio. Ese mismo año una casa edificada en el término de Agolada (Pontevedra) interrumpía cinco ejercicios en blanco, en una serie que continúa desierta desde entonces. La más reciente edificación de uso residencial en A Mezquita data de 2016, cuando se puso en pie la primera vivienda de nueva planta que se levantaba en este ayuntamiento del sur de Orense en al menos 16 años. Sus ejemplos no son únicos; víctimas de la despoblación y de la pérdida de dinamismo socioeconómico, son más de medio centenar los ayuntamientos de la Comunidad que pueden contar con los dedos de las manos las viviendas de obra nueva añadidas en la última década a su parque residencial . En otros 26, el vacío es todavía más profundo: no se movió ni un sólo ladrillo en los últimos diez años para responder a nuevas necesidades habitacionales.

Como un síntoma más de la pérdida de población y de la fuga de vecinos hacia territorios más dinámicos, los peores números del informe sobre construcción de edificios publicado por el Instituto Galego de Estatística (IGE) esta misma semana —la serie abarca hasta el ejercicio 2017—, se concentran en el interior de Orense y en la provincia de Lugo . Diez años sin edificación de vivienda nueva es una realidad que comparten los municipios lucenses de Monfero, Muras, Navia de Suarna, Negueira de Muñiz, As Nogais, O Páramo, A Pobra do Brollón, Ribeira de Piquín, Riotorto y Triacastela. En la misma situación, sin nuevas viviendas erigidas en sus términos municipales desde el año 2000, se encuentran en Orense los ayuntamientos de Baltar, Baños de Molgas, Os Blancos, A Bola, O Bolo, Cartelle, Chandrexa de Queixa, Lobeira, Porqueira, Quintela de Leirado, San Xoán de Río, Sarreaus, A Teixeira, Vilar de Santos y Vilariño de Conso. Un único municipio en la provincia de Pontevedra comparte una sequía de nueva edificación tan prolongada: el concello de Dozón, en el límite con la provincia de Orense. Ninguno de los ayuntamientos de la provincia de La Coruña acumula una década tan negra en lo que a obra residencial de nueva planta se refiere, evidenciando una vez más el desequilibro territorial que opera en materia demográfica

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