Tres de cada diez concellos cerraron 2016 con cinco o menos nacimientos

Tres personas murieron por cada dos nacidos, dejando el peor saldo de la serie, que encadena ya 29 años en rojo. Sólo en 14 ayuntamientos la natalidad compensó las bajas por defunción. En siete municipios no hubo ningún bebé

Dos abuelos acompañan a su nieto a la escuela EFE

R. LIZCANO

Hace ya casi tres décadas que Galicia perdió el equilibrio en su balance natural de población y la brecha entre nacimientos y defunciones se agranda año tras año acentuando el ritmo de envejecimiento. En ese suma y sigue que acumula ya 29 años de crecimiento vegetativo negativo, 2016 marca un nuevo récord, dejando en la Comunidad algo más de tres defunciones por cada dos nacimientos. En total, según el informe sobre el movimiento natural de la población correspondiente al citado ejercicio publicado por el Instituto Galego de Estatística (IGE), fallecieron en Galicia 31.757 personas, el valor más alto en los últimos cuarenta años, y llegaron al mundo únicamente 19.062 niños, la cifra más baja desde finales de la década de los 90. No en vano, tres de cada cien ayuntamientos registraron cinco o menos nacimientos a lo largo del año analizado.

Sólo catorce de los 314 municipios (menos del 5%) escaparon a los números rojos. Y su distribución evidencia la brecha territorial que separa la fachada atlántica de un interior que avanza sin pausa hacia al crack demográfico (casi ocho de cada diez partos correspondieron a mujeres residentes en las provincias occidentales) . Seis de esos catorce concellos se concentran en la comarca de La Coruña —Arteixo, con 97 nacimientos más que defunciones; Cambre, con un saldo positivo de 32, Culleredo (+19) y Carral (+1)— y dos municipios más se ubican en la provincia coruñesa: Oroso, con un saldo positivo de 16, y Ames, el ayuntamiento gallego que, con una natalidad pujante y el saldo vegetativo más favorable del mapa autonómico (+193), convierte a Santiago en la única comarca con más nacimientos que defunciones. La provincia de Pontevedra, y especialmente la comarca de Vigo, concentra otros seis de los catorce concellos con balance positivo : O Porriño (+45), Salceda de Caselas (+35), Poio (+22), Ponteareas (+18), Gondomar (+11) y Soutomaior (+10). Todos los concellos lucenses se mueven en números rojos y sólo dos, Barbadás, con un saldo positivo de +28, y San Cibrao das Viñas, con un equilibrio exacto entre nacimientos y defunciones, escapan en la provincia de Orense de las cifras negativas.

Comarcas sin niños

La natalidad es un fenómeno escaso y en 93 de los 314 ayuntamientos gallegos (tres de cada cien) se registraron en 2016 cinco o menos nacimientos. En siete de ellos no llegó al mundo ningún bebé: Ribeira de Piquín, Ribas de Sil y Muras, en la provincia de Lugo, y San Amaro, A Teixeira, Pontedeva y Vilariño de Conso, en Orense. Y en el mapa de territorios poco tocados por la natalidad destacan con nombre propio las comarcas orensanas de Baixa Limia (con sus cinco ayuntamientos por debajo de los seis nacimientos en 2016), Terra de Caldelas (en idéntica situación, sumando cinco alumbramientos entre CastroCaldelas, Montederramo y Parada de Sil), A Limia (donde sólo el municipio cabecera, Xinzo, supera la barrera de los cinco nacidos) y Terra de Celanova, con ocho de sus diez concellos por debajo del umbral.

En paralelo, el informe del Instituto Galego de Estatística constata cómo las gallegas continúan alargando la edad de maternidad. Los nacimientos de madres de 40 y más años, informa el IGE, representan ya el 10,2% del total, frente al 4,1% que suponían sólo diez años antes. En 2016, el 78,2% de los nacimientos fueron de madres de más de 30 años, mientras que una década antes representaban tan solo el 65,4%. Asimismo, solo el 19,9% de las madres de nacionalidad española tenía menos de 30 años en el último ejercicio analizado, mientras que las madres de nacionalidades extranjeras de menos de 30 alcanzan el 47,5%.

Morir más tarde

La estadística refleja al mismo tiempo la extensión de la esperanza de vida, con muertes cada vez más tardías. El 46,9% de los 31.757 fallecidos en 2016 en la Comunidad tenían 85 o más años . Con una longevidad mayor entre las mujeres: el 52,8% de los hombres que murieron en 2016 tenía 80 o más años, mientras que el 76,9% de las mujeres fallecidas pertenecían a ese mismo grupo de edad.

En 2016 hubo en Galicia 9.379 matrimonios (133 de ellos entre personas del mismo sexo), lo que supone un incremento del 1,5% respecto a 2015. Aquí, apunta el IGE, también se registra un retraso en la edad media del casamiento, pues el 86% de los hombres y el 76,3% de las mujeres tenían 30 o más años, mientras que una década antes esos porcentajes suponían el 62,6% para los varones y 47,8% para mujeres. La Coruña fue la provincia que registró un mayor número de enlaces (4.184), mientras que en Orense no se alcanzó el millar de uniones.

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