José Luis Jiménez - PAZGUATO Y FINO

La trampa de Povisa

El nuevo convenio era tan ruinoso que en 2015 los gestores de Povisa querían más pacientes

José Luis Jiménez

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Si el anuncio de Povisa de que no le llega el dinero a final de mes no está orquestado, desde luego que lo parece. Fíjense qué casualidades: se realiza a ocho meses de las elecciones municipales, se usa al PSOE como ariete para lanzar la amenaza de que los vigueses se van a quedar sin médico y los 1.400 empleados del hospital sin empleo, y se adereza con el agravio comparativo de que La Coruña recibe más gasto por paciente que Vigo. Y obviamente, el culpable (cómo no) es Feijóo.

Pero como casi todo en Vigo, hay una realidad alternativa. Por ejemplo, la curiosidad de que a los gestores de Povisa les parecía fantástico el convenio actual («Nos congratulamos porque contribuye a estabilizar el futuro de los trabajadores de la segunda empresa de la ciudad y nos permite seguir trabajando en la mejora de la calidad y la atención al paciente», Faro de Vigo, 30/08/2014).

El nuevo convenio era supuestamente tan ruinoso que los gestores se lanzaron a buscar más pacientes (dado que la adscripción a Povisa era voluntaria, según una nueva cláusula). «A Povisa, por favor», rezaban los anuncios que inundaron las radios de Vigo en aquel 2015. ¿Quién aumentaría sus clientes si el negocio fuera deficitario, sobre todo cuando en la sanidad los principales usuarios son niños y personas mayores?

Meses antes de la firma del anterior convenio (con el que nunca había perdido dinero, hasta que tocó negociar la renovación), Povisa amenazó con un ERE para liquidar a la mitad de su plantilla si no se le daban garantías de la continuidad del concierto. Una vez firmado, se nos hizo saber que habría mejoras laborales para todos. Ahora, de nuevo, se usa a la plantilla como moneda de cambio para exigirle más dinero a la Xunta, que somos todos, no se olviden de eso.

Y para completar el sainete, tenemos al PSdeG —se entiende que por mandato del gobierno vigués— dando a entender que lo importante es garantizar los empleos y la prestación sanitaria. O sea, engordando el concierto con más pasta. Ahí lo ven, al PSOE pidiendo más dinero para la sanidad concertada. ¿Lo hace por oportunismo? ¿por amiguismo con algún directivo? ¿de repente han descubierto las bondades de la concertada?

Llegados a este punto, sería razonable que la Xunta se plantara. ¿Qué retorno tendría para el Cunqueiro o el Meixoeiro los 75 millones anuales que se le abonan a Povisa? ¿Se podrían absorber esos 140.000 pacientes del área viguesa en la sanidad pública? ¿Se podría terminar así con la historia infinita de un chantaje con ciudadanos enfermos como rehenes?

No estaría de más darle una pensada a la cuestión, aunque la inmediatez electoral va a distorsionar el debate. La mala gestión privada no debe sanearse con dinero público.

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