CUENTAS APROBADAS EN FERROL

Suárez saca adelante sus primeros presupuestos después de tres años de mandato

El alcalde recurre al voto de calidad para romper el empate a doce entre Ferrol en Común, PSOE y BNG, y el bloque de PP y Ciudadanos

El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, este jueves durante el pleno EFE

M. N.

Como producto de la casualidad, el azar ha querido que Jorge Suárez apruebe sus primeros presupuestos el mismo mes en que accedió al poder en Ferrol, solo que con tres años de diferencia. El alcalde de Ferrol en Común ha conseguido este jueves desatascar la situación financiera de la corporación gracias a la muleta prestada por los votos de BNG y PSOE, y pese al rechazo el bloque formado por el PP y Ciudadanos. Al final, Suárez ha tenido que recurrir al voto de calidad para romper el empate a doce votos y desbloquear un documento cifrado en casi 69,2 millones de euros. La edil expulsada del grupo de gobierno, Esther Leira, optó por la abstención.

«Es un día de orgullo para Ferrol», no dudó en celebrar el alcalde al término de un pleno largo, de tres horas. «Estos no son los presupuestos de Ferrol en Común, ni del PSOE ni del PP, ni de ningún grupo político; son unos presupuestos para Ferrol y la vecindad», defendió un Suárez agradecido por el apoyo ofrecido tanto desde el socialismo como desde el nacionalismo; el síntoma, dijo, de que «la izquierda, en momentos cruciales, puede ponerse de acuerdo».

Con sintonías renovadas o no, el ejecutivo de Ferrol en Común saca pecho por las primeras y posiblemente últimas cuentas de la legislatura, dado que las elecciones municipales parecen asomar antes del verano de 2019. Se trata, aseguran, de los «presupuestos más expansivos» de la historia de la ciudad , «con prioridad en las inversiones, en el gasto social y en la creación de empleo público». Un documento que, del total de casi 69,2 millones, y en la línea de gasto de otros muchos municipios, consigna 17,6 para el capítulo de personal; 37 para gasto corriente; 4,5 para inversión real y 2,7 que se reservan para soltar lastre con los acreedores.

Suárez ha tenido que cuadrar al mismo tiempo números y votos. Para arrancar el respaldo del PSOE y el Bloque tuvo que aceptar inversiones en los barrios de Santa Mariña y el Ensanche, una pista polideportiva en Mandía o algunas reformas en el mercado de Caranza.

Por voca de su portavoz Iván Rivas, el BNG centró sus críticas no en el alcalde, sino en la forma de «votar contra todo» del PP. Pero los socialistas, antaño enfrentados con Suárez tras quedar roto el pacto de legislatura, defienden aqui su aportación. Su responsable municipal, Beatriz Sestayo, resalta el carácter «continuista» de un proyecto «muy similar» al último del PP de Rey Varela , pero que por lo demás incluye quince enmiendas del PSOE. Las mismas, indica Sestayo, que Suárez pudo aprobar al poco de aterrizar en la alcaldía. «Es incomprensible que el acuerdo no se hubiera producido el primer año, no variaron absolutamente nada», señala.

Lo que sí se altera es la tendencia tirante de las relaciones entre el partido y Ferrol en Común. Sestayo ni confirma ni desmiente: se limita a alegar que cuando llaman al PSOE, el PSOE está. «Con independencia de las divergencias con la forma de hacer política de Suárez, o mejor dicho, de su forma de no hacerla, siempre vamos a tender la mano , como ya hicimos con los 75 puntos del programa común de gobierno incluso después de romperse», reivindica.

Sin margen de maniobra

En el lado contrario, el PP criticó con dureza el margen de tiempo dado por el gobierno local para estudiar los números, y lamentó que salvo el proyecto de la plaza de Armas y las deudas contraidas con el Ministerio de Defensa, todavía había un margen para el consenso. «Podríamos estar dispuestos a asumir el presupuesto», concedió la portavoz popular, Martina Aneiros, «pero parece que al grupo mayoritario usted no le hace mucho caso y nos despacha rápido y corriendo» . Ciudadanos, por su parte, reclamó la convocatoria de una consulta vinculante sobre los cambios en la Plaza de Armas, finalmente rechazada.

Hasta la edil no adscrita, Esther Leira, subrayó el continuismo en la política económica de Ferrol y sus similitudes con el legado del PP: «No son unas cuentas de izquierdas. Es solo un pacto puntual» , describió la concejal, la única que se abstuvo en el pleno.

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