El alcalde de Ferrol a su salida del pleno celebrado ayer. Tras él, la portavoz socialista, Beatriz Sestayo
El alcalde de Ferrol a su salida del pleno celebrado ayer. Tras él, la portavoz socialista, Beatriz Sestayo - EFE

Suárez fracasa en un nuevo intento de aprobar la tasa de saneamiento

La oposición tumba por segunda vez el canon que propone el gobierno de Ferrol

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El alcalde de Ferrol volvía a fracasar ayer en su intento de sacar adelante una tasa de saneamiento que su gobierno defiende como «imprescindible» para que el servicio funcione. La pinza de PP y PSOE lograba retirar con sus votos el debate del orden del día, mientras que BNG y Ciudadanos, igual de críticos con la medida, optaban por abstenerse. Un requerimiento que provocaba el efecto contrario y no evitó una tensa discusión sobre el tema, entre amenazas del regidor de «llevar a pleno este asunto si tenemos que hacerlo una vez por semana». A su juicio, la corporación vive «un día de la marmota permanente», dijo entre críticas «al soporífero discurso de algún portavoz» y resignado a admitir que el saneamiento de la ría de Ferrol podría sufrir un nuevo retraso y no entrar en funcionamiento el 1 de abril.

La respuesta a este anuncio de convocatorias plenarias «sin límite», prevista la celebración de una nueva sesión extraordinaria para la próxima semana, la recibía el primer edil de parte del BNG. Su portavoz Iván Rivas insistió en la postura de su grupo «en contra de que se debata la tasa, hoy, mañana o en el próximo pleno», acusando a Suárez de tener «un acuerdo con el PP». «No sometan a la corporación a este teatro, los interceptores no son nuestros», señaló.

El elenco teatral lo completaba Suárez al aludir al «ejercicio de Circo del Sol, con maniobras chinescas y atracciones varias» interpretado por la oposición. «De pensar en la ciudad, más bien poco», afeó el alcalde, respecto a las «reflexiones absurdas» que se escucharon en el salón de plenos, abarrotado de mariscadores y miembros de la plataforma local por la remunicipalización de servicios, que no escatimaron ni en críticas ni en aplausos.

Tanto PP como BNG echaron en cara al alcalde su falta de diálogo. «Llevamos un año de brazos cruzados y ahora le entran las prisas», le espetó la portavoz popular, Martina Aneiros, que defendió que «los interceptores están conectados desde abril».

Finalmente, Beatriz Sestayo (PSdeG) se enfrascaba en una agria discusión con el que hasta hace escasos meses compartía gobierno y al que pidió «no eche balones fuera». Suárez desmintió, tal y como afirmó la socialista, que una viuda pagaría lo mismo que Navantia por este tributo.

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