Solo uno de los 42 incendiarios detenidos en Galicia está en la cárcel

La amenaza de lluvia en Galicia marca ahora la agenda de la mesa de coordinación de las acciones post-incendios. El objetivo es evitar a toda costa la erosión del suelo y que las cenizas, derivadas de las llamas que calcinaron en el último mes más de 7.000 hectáreas de terreno, puedan ser arrastradas por el agua y la consecuente contaminación de los ríos. Para este fin la Xunta acordó la creación de un equipo formado por técnicos de las consellerías de Medio Rural, Medio Ambiente y del Mar, que ayer mantenía su primera reunión, una cita que contó con la asistencia de las responsables de las citadas carteras, Ángeles Vázquez, Beatriz Mato y Rosa Quintana, en la que se abordaron distintos mecanismos para contener la capa vegetal.

Entre ellos, siempre teniendo en cuenta las apreciaciones recogidas de los alcaldes de municipios afectados, representantes de las comunidades de montes y otros colectivos forestales, figuran cubrir las zonas quemadas de paja u otro material similar, una técnica con «muy buenos resultados», en palabras de la conselleira Vázquez. Ahora la prioridad es evaluar la situación e iniciar lo antes posible intervenciones en el terreno afectado.