El presidente de Comboios de Portugal asegura que el tren cumplía los requisitos de seguridad

El presidente de la operadora ferroviaria Comboios de Portugal, gestora junto con Renfe de la conexión del Tren Celta, ha salido al paso de las declaraciones vertidas por al alcaldesa de Porriño, Eva García de la Torre, sobre la «vetustez» de los vagones accidentados en el descarrilamiento en esta localidad.

Manuel Queiró afirma, en declaraciones a la agencia SIC Notícias, que el tren descarrilado «no era muy antiguo» al tiempo que aseguró que el convoy cumplía con todos los requisitos de seguridad. Al contrario, ha afirmado que «hay condiciones anormales que justifican el accidente» y reclama «no alimentar especulaciones» hasta que se esclarezcan del todo las causas.

Queiró mandó un mensaje de condolencia a los afectados: «La prioridad ahora son las familias de luto. En eso nos tenemos que concentrar».

Comboios de Portugal y Renfe «compartirán esfuerzos«, dijo, para «depurar responsabilidades». El tren era de propiedad común.

Por su parte, el ministro de Infraestructuras del país luso, Pedro Marques, ha anunciado que se han puesto a disposición de las autoridades españolas todos los medios para apoyar en la investigación del accidente ferroviario. «Nuestros equipos van a estar a disposición de las autoridades españolas» que, dado que el accidente se produjo en España, son las que tienen «la competencia de la investigación», ha puntualizado.

El ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá, ha explicado que «había trabajos de mantenimiento» en la vía por la que habitualmente circula el ferrocarril, lo que obligaba a desviarse a una «vía provisional» y «esto obligaba a reducir la velocidad».