Maltrato

«Me preguntó si traía dinero y mirando a la niña me dijo que tenía diez minutos para conseguirlo»

La Audiencia Provincial de Lugo juzga al varón que presuntamente agredió, violó y amenazó durante dos años a su mujer exigiendo fondos para comprar su cocaína. «Cuando tenía el síndrome de abstinencia me subía por las paredes. Supongo que podían tener miedo de mí», alega el acusado

Las agresiones, sostiene la Fiscalía, fueron constantes durante dos años de matrimonio MIGUEL MUÑIZ

ABC

«Me decía que si no le conseguía dinero, iba a presentarse en mi trabajo y sacarme por los pelos». Entre lágrimas, a veces con problemas para continuar con el relato de los hechos a causa del llanto y de los nervios, la mujer que supuestamente fue víctima de coacciones, amenazas, golpes y violaciones a manos de su propio marido relató este jueves en la Audiencia Provincial de Lugo el calvario al que se vio sometida durante los dos últimos años de su matrimonio. Por videoconferencia, para no cruzarse con el supuesto maltratador, la mujer, informa Efe, ofreció un relato de los hechos completamente diferente al que unos minutos antes había contado su marido a preguntas de la defensa y de la acusación particular. La Fiscalía solicita 26 años de prisón para el presunto agresor, al que responsabiliza también de golpear a las dos hijas del matrimonio.

La mujer contó este jueves al tribunal que José Juan G.P., «nunca dejó de consumir» cocaína durante todos los años que duró su relación, pero la convivencia empeoró a causa del «abuso» de esa sustancia. Contó cómo la amenazaba, cómo le entraban arrebatos de furia en los que llegaba a pegarle a ella y a las niñas y el modo en el que utilizaba a sus hijas para amenazarla y para obligarla a traer dinero a casa con el que financiar su adicción. Un día él se encerró con las dos niñas en casa (la mayor cuenta hoy 12 años) y al regresar ella no le dejó entrar. «Me preguntó si traía dinero y al decirle que no había, me dijo mirando» a la niña pequeña «que tenía diez minutos para conseguirlo . El tiempo corre. Tic-tac, tic-tac», por lo que «salí disparada. Sin rumbo, porque ya no sabía a quién pedirle dinero», explicó la víctima.

De hecho, reconoció que su propia suegra le recomendó que «fuese a la Guardia Civil y lo denunciase». Lo hizo, finalmente, explica Efe, después de los sucesos del 9 de julio de 2017 cuando, según el ministerio público, el acusado obligó a su mujer a bajar al garaje, con la excusa de que «la lavadora perdía agua», y allí la golpeó de forma repetida con un bate de béisbol y después la violó, al tiempo que le decía «esta vez tuviste suerte, la próxima vez te mato». La mujer narró que su marido después de golpearla con violencia, la obligó a arrodillarse y consumó la violación. «Cuando estaba arrodillada aún me volvió a dar con el bate. Lo único que quería era salir viva de allí. Coger a las niñas y marcharme. Solo pensaba en que acabase rápido », relató, mientras que él «me decía que si quería la custodia de las niñas, me iba a hacer un tercero para joderme la vida».

En cuanto a lo sucedido ese día, el acusado reconoció que discutió con su mujer y le pegó con el mango de una escoba, además de darle una «patada en el culo» que la hizo caerse al suelo, pero aseguró que las relaciones sexuales fueron consentidas. Afirmó que los últimos años de su matrimonio estuvieron marcados por su «gran adicción a la cocaína» , que llegó a ser «tan grave» que incluso sufría, de forma más o menos frecuente, «paranoias y alucinaciones». Confesó que hubo en el seno familiar «alguna disputa», pero en las que ambos, sostuvo, se agredieron «mutuamente».

Aseguró, en todo caso, que nunca la amenazó de muerte a ella ni a las niñas, aunque sí reconoció que le decía a su mujer que se iba «a suicidar», que iba «a quemar la casa» o que iba a llevarse a sus hijas. «Cuando tenía el síndrome de abstinencia, me subía por las paredes, no era dueño de mí» , reconoció, «y supongo que podían tener miedo de mí, y lo entiendo», porque tenía muchos «prontos y mal humor».

El fiscal pide para el acusado 26 años de cárcel por los delitos de malos tratos habituales en el ámbito familiar, agresión sexual, dos delitos leves de lesiones, coacciones y maltrato no habitual. Asimismo, solicita que el acusado indemnice a su mujer con 13.000 euros por las lesiones y los daños morales, mientras que para su hija mayor solicita una indemnización de 10.000 euros por perjuicios psicológicos derivados de su situación familiar.

La defensa solicita la libre absolución del acusado al considerar que no hay pruebas de las agresiones denunciadas, con el argumento de los que momentos de «tensión» fueron también provocados por la adición que tenía su patrocinado a la droga.

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