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Los partidos chocan por el control a las prácticas opacas de los bancos

El PP cree que la labor es del Banco de España, pero la oposición mira al Ejecutivo autonómico

Santiago Actualizado: Guardar
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Los cuatro partidos con representación en el Parlamento gallego están a favor de poner luz sobre ciertas prácticas opacas de los bancos. Sobre quién debe hacerlo, no tanto. La Comisión de Economía de la Cámara debatió ayer la necesidad de pasar una página de la reciente historia financiera, salpicada de historias sobre la venta de preferentes, las cláusulas suelo o comisiones excesivas a los clientes.

Aterrizó la cuestión en el Parlamento a través de una iniciativa de En Marea. El diputado Manuel Lago defendió que la Xunta se pusiera «al frente» de la «defensa del país» para que, en cinco o seis años, la Comunidad no volviera a encontrarse con «una bomba» financiera como la que estalló en el pasado

. Con el respaldo de socialistas y nacionalistas, Lago exhortó al Gobierno gallego a que garantizara los derechos de los consumidores. Más aún, tras criticar la venta «precipitada» de las antiguas cajas de ahorro a Banesco, la propietaria actual de Abanca.

Para el PPdeG, en cambio, la tarea de «poner coto» al oscurantismo bancario corresponde a los órganos reguladores, empezando por el Banco de España. El grupo parlamentario popular propuso a En Marea una enmienda para trasladar la responsabilidad al organismo estatal, en lugar de a a la administración autonómica. No tuvo éxito. El parlamentario Gonzalo Trenor reconoció, sin embargo, que todavía faltan pasos por dar, como la mejora de la información al consumidor o el incremento de la transparencia.

También en la Comisión, la diputada del BNG Noa Presas pidió una respuesta de la Xunta ante el escaso flujo de crédito en la economía. En 2009, aseguró, de cada 100 euros depositados en las entidades de Galicia, 132 fueron a parar a préstamos, mientras que el balance actual se ha invertido: al crédito se destinan ahora 72 de cada 100.

Contextos incomparables, para el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy. En el pasado, aclaró, la apertura anómala del grifo del crédito era un síntoma de «la burbuja inmobiliaria».

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