La parálisis del urbanismo coruñés

Constructores, promotores inmobiliarios, empresarios y profesionales del sector. En apenas dos años de gobierno en La Coruña, Xulio Ferreiro ha conseguido poner en pie de guerra a todos los sectores implicados en el urbanismo de la ciudad. Asociaciones y colectivos profesionales denuncian desde hace meses la «parálisis» en la adjudicación de licencias de obra que sufre la ciudad desde la llegada de la Marea Atlántica a María Pita. Una situación que atribuyen a la «persecución ideológica» de los rupturistas hacia los empresarios y la iniciativa privada.

«Estamos preocupados porque la ciudad no se puede sumar al carro de la recuperación que sí experimentan ya otras ciudades de España».

Es la denuncia que realiza en conversación con ABC la asociación provincial de promotores inmobiliarios de La Coruña (Aproinco) por boca de su secretario general, Juan José Yáñez. Yáñez lamenta cómo en otras ciudades gallegas las adjudicaciones de obra vuelven a estar en niveles similares a los de antes de la recesión, mientras que la urbe herculina registra en plena recuperación económica unas cifras peores que durante los años de la crisis del ladrillo. Los datos así lo demuestran ya que, según las cifras facilitadas por el equipo de Xulio Ferreiro, en los casi dos años de la Marea al frente de María Pita solo se concedieron cerca de 700 licencias, prácticamente la mitad que las aprobadas por el gobierno anterior en el mismo período.

«Hay un parón importante y nos basamos en los datos. El problema es que esta situación no afecta solo a los grandes empresarios. Pintores, escayolistas, andamiaje, transportistas o fontaneros llevan más de un año quejándose sobre este tema», explica a ABC el presidente de la asociación de empresarios y emprendedores de Galicia (Ascega), Alfonso Salazar, que sostiene que la principal causa del «parón» del urbanismo en la ciudad es la «inseguridad jurídica» creada por el equipo de Xulio Ferreiro. «La concesión de licencias es un acto reglado administrativamente y el gobierno nombra a una serie de comisarios políticos para enroscar ese acto reglado con pasos intermedios que no están recogidos en ninguna ley», denuncia Salazar.

En este sentido, el presidente de Ascega asegura que, con este modo de proceder, el ejecutivo local de la Marea Atlántica tiene como único objetivo «poner trabas a todo lo que tiene que ver con la iniciativa privada», ya que esta situación de parálisis afecta tanto a los grandes empresarios como a los particulares que quieren acometer obras menores. «El administrado no está ante una administración transparente. Es un gobierno antisistema y que está en contra del empresario», zanja Salazar.

Lo cierto es que el propio Ferreiro culpó recientemente a empresarios y promotores inmobiliarios de la parálisis en algunos de los principales proyectos urbanísticos de la ciudad. El alcalde de La Coruña negó que exista ningún tipo de parón inusual generalizado en la concesión de licencias y aclaró que si hay algún tipo de retraso es porque determinados promotores «no están haciendo las cosas bien», mientras que otros proyectos como la reforma de la Fábrica de Tabacos sí salen adelante al ajustarse a la normativa.

Contra los funcionarios

Las declaraciones de Ferreiro se vienen a sumar a las efectuadas por el concejal coruñés de Urbanismo, Xiao Varela, en las que acusó directamente a los empresarios de haberse beneficiado en el pasado de la «manga ancha del Concello» gracias a su vinculación con «ciertos funcionarios que eran más permisivos». Manifestaciones que crearon un gran malestar y por las que el edil tuvo que pedir disculpas posteriormente a los trabajadores municipales.

El concejal del PP en La Coruña y ex responsable de Urbanismo en el anterior gobierno local, Martín Fernández Prado, cree que las críticas del edil de Marea Atlántica son «totalmente inasumibles» y anima a Xiao Varela a que presente una denuncia si conoce algún caso en el que se haya cometido alguna irregularidad. «No puede decir que antes había manga ancha. Si tiene alguna prueba tiene que denunciarlo, y si no que se ponga a trabajar con los funcionarios que es lo que tiene que hacer», apunta Fernández Prado en declaraciones a ABC.

Náutica y Ofimático

Para constructores, empresarios y promotores inmobiliarios el bloqueo en proyectos como el del parque Ofimático o el polígono de Náutica simbolizan la parálisis de la política urbanística de la Marea Atlántica. En el caso del Ofimático, los propietarios de los pisos continúan esperando a que el concello inicie las obras de urbanización necesarias para otorgar las licencias de primera ocupación de los edificios.

Mientras, en el polígono de Náutica, el gobierno de Xulio Ferreiro acordó paralizar los trabajos y declaró la caducidad de los permisos concedidos a cuatro promotoras que realizaban trabajos en la zona por entender que hubo documentación que se entregó fuera de plazo. «La ley es muy clara y hay sentencias del Tribunal Supremo que dicen que si hay interés en continuar la obra el ayuntamiento no puede paralizarla. Se están metiendo en un jardín y si las empresas recurren por la vía judicial acabarán ganando y seremos los coruñeses los que tendremos que indemnizarlos», denuncia el presidente de Ascega.