El Obispado de Orense suspende a un sacerdote investigado por acoso a un monaguillo menor

Un sacerdote de la Diócesis de Orense ha sido apartado cautelarmente de su actividad por estar bajo investigación judicial acusado de presunto acoso a un menor a través de redes sociales. En un comunicado remitido a los medios, el Obispado destaca la necesidad de respetar la «presunción de inocencia», manifiesta su «total colaboración con la justicia», indica que «lamenta el posible daño causado a la víctima y su familia» y expresa su «disposición a prestarle el apoyo y la ayuda necesaria». En paralelo a la investigación judicial, la Diócesis ha abierto, por decreto episcopal, el proceso canónico de investigación preliminar. «Por parte del señor obispo y de todas las personas que trabajan en los distintos ámbitos de la pastoral diocesana, manifestamos nuestra firme condena y repulsa de cualquier tipo de comportamiento que atente contra la integridad física y moral de los menores y de las personas vulnerables, promoviendo la tolerancia cero con este tipo de actuaciones», sostiene el comunicado.

Se trata, según ha informado el diario La Región, del párroco de Seixalbo, quien también ejercía su labor como capellán en el Complexo Hospitalario Universitario de Orense (CHUO). La denuncia que está siendo investigada proviene de un menor, de 15 años de edad, que colaboraba como monaguillo en la parroquia de San Breixo. Según informa la cabecera orensana, se investiga el supuesto acoso a través de Whatsapp, por la que el investigado haría llegar al joven múltiples mensajes de contenido sexual.

La Diócesis asegura que desde que tuvo conocimiento del caso, Lemos Montanet contactó con el clérigo, de avanzada edad, y, tras expresarle la «gravedad de la situación», le suspendió cautelarmente del ejercicio público del ministerio sacerdotal, indicándole que cesase toda tarea pastoral mientras la investigación prosigue su curso .

El Obispado señala que no hará más declaraciones mientras las indagaciones continúen y se ha comprometido a seguir impulsando «las medidas necesarias de prevención y actuación», obedeciendo las indicaciones de la Santa Sede, a fin de que la actividad pastoral «no se vea afectada por comportamientos que la dañan gravemente».