Gustavo Dudamel y el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas
Gustavo Dudamel y el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas - MIGUEL MUÑIZ

Gustavo Dudamel: «La música y el arte son un derecho humano»

El director debuta con la OSG interpretando mañana la «Novena» en el Obradoiro

Santiago Actualizado: Guardar
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Sonriente, acompañado en un segundo plano por su mujer, la actriz española María Valverde, llegó ayer Gustavo Dudamel a la capital de Galicia para presentar ante la prensa el concierto con el que Abanca celebra la tercera edición de su ciclo «Palabras para Galicia». No será una cita cualquiera: la «Novena» de Beethoven resonará mañana en las centenarias fachadas de la Plaza del Obradoiro, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Galicia, el Orfeón Donostiarra y el cuarteto solista. «A ese momento no le podía decir que no, es una infinita alegría formar parte de esta iniciativa», confesó Dudamel, «el Obradoiro es un emblema mundial, y yo de alguna manera me siento gallego», dijo recordando sus visitas de niño al centro gallego de Caracas, «hay una conexión cultural pero también sanguínea, un puente inquebrantable».

Dice el director venezolano que Beethoven «dejó de ser alemán y se convirtió en universal», y que por extensión, «es bastante venezolano, y también gallego». En eso tiene que ver el trabajo con la obra sinfónica del compositor que Dudamel ha venido realizando con las distintas orquestas con las que colabora —Los Ángeles, Goteborg, Simón Bolívar, Berlín—. «La primera partitura que yo recibí con nueve años fue la Quinta de Beethoven», rememoró. Será una velada inolvidable para la capital gallega —«una de las citas del año en España», según el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas—, pero también para el músico, que después de seis años volverá a estrenarse con una orquesta, la Sinfónica de Galicia, que ve con esta oportunidad «un regalo» a sus primeros 25 años de vida «por el que estamos agradecidos». «Es un lujo, una oportunidad única», sintetizó su gerente, Andrés Lacasa. «Qué mejor elemento que una Novena para estrenarse con una orquesta y un coro», aseguró Dudamel, seguro de que un concierto sinfónico en tan pétreo escenario «y masivamente, cobra gran importancia».

Música para la inclusión

El director venezolano aseguró que otra de las razones por las que aceptó la invitación de Abanca fue su programa «Resuena», con el que forman a más de 180 niños a través de la música. Dudamel recordó que esa es la esencia de «El Sistema» el programa de orquestas y coros de Venezuela que impulsó el profesor José Antonio Abreu —premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2008—, y que «ha significado una nueva visión de la música como elemento de transformación social». «En Venezuela, una orquesta es algo cotidiano», una normalidad que rompe con los «muros» que en ocasiones construye la gente alrededor de la música clásica «como algo elitista». «Eso ha cambiado», subrayó.

«A Abreu lo tacharon de loco por muchos años», pero hoy el formato de «El Sistema, un orgullo patrio, es replicado en todo el mundo; empezó con una docena de niños, hoy son centenares de miles». El director confesó «soñar con un mundo en el que nuestros niños tengan la música como parte de su desarrollo», porque acercarles «la belleza de la música» porque «desarrolla su creatividad». «A veces la cultura está apartada de la educación cotidiana», lamentó, «la música y el arte son un derecho humano, una oportunidad de inclusión» para los niños con menos posibilidades en todo el mundo.

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