El futuro del PSdeG

Lo difícil no es ganar unas primarias en el Partido Socialista, sino convencer a los que las han perdido de que se tienen que rendir y dejar trabajar al secretario xeral. Pero que sea de verdad, ojo, no que por un lado le den la mano y por otro se la tengan guardada para vengarse en cuanto puedan.

Gonzalo Caballero quiere articular un partido cohesionado, capaz de recuperar la hegemonía en la izquierda y que no sea ni una simple sucursal del sanchismo en Galicia ni un peón al servicio de las Mareas. ¡Vaya aventura! Los Pachis, Besteiros y Valentines, e incluso su tío Abel, se deben estar muriendo de la risa, porque cada vez que alguien propone crear una estructura fuerte en el PSdeG —más allá de las baronías— se oyen las carcajadas en las sedes provinciales y locales . Tampoco rema a favor de Caballero Jr el hecho de que desde Ferraz lo vean sólo como un tornillo más para apuntalar el liderazgo de Pedro Sánchez, ocupados como están en la partida de Risk que tienen abierta. Mantuvieron la gestora hasta el extremo para evitar que el susanismo conquistase el Noroeste y ahora lo único que les importa es sumar más soldados para su particular Reconquista de Granada. Así se explican los vaivenes en el asunto catalán, o el apoyo errático a los gobiernos municipales de Santiago y Coruña.

Está por ver también si los nuevos valores de PSdeG son capaces de dejar atrás esa forma de actuar que les ha llevado una y otra vez a despreciar a los suyos cuando dejan de ocupar un cargo público. Reniegan de Francisco Vázquez, se han olvidado ya de Orozco y a Touriño lo consultan de vez en cuando como en calidad de experto en economía, pero en su día lo echaron como si fuese un leproso en la Edad Media. Como si no fuesen nadie.

¿Será capaz Gonzalo Caballero de abrir una nueva etapa? Si quiere tener éxito, en su misma familia tiene donde mirar, si prefiere el «...sí pero no, depende del día...» también tiene ejemplos de sobra para inspirarse.